tag:blogger.com,1999:blog-17175606400962637892024-03-05T17:55:14.511-08:00CACHILOHiginio Alberto MaltaneresPuta Ciudadhttp://www.blogger.com/profile/01227887611681628796noreply@blogger.comBlogger40125tag:blogger.com,1999:blog-1717560640096263789.post-64058709998392425742010-05-12T10:54:00.000-07:002010-11-23T12:26:46.883-08:00PRESENTACIÓN<div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><span style="background-color: white; color: #cccccc;"><span style="color: black; font-family: Verdana, sans-serif;"><strong>Las tizas orinadas mutilaban dulcemente las paredes que rezaban Prohibido Fijar Carteles. Pero èl era, es una metralla de significados y significantes. Para quienes vimos firuletear imágenes extrasensoriales casi como lo que provoca un caramelo ½ hora en la boca de la resaca. Èl polemizaba contra la pared. Escupìa la hipocresía del Rosario adornado en el cuello de las damas que regenteaban las calles que lo tenìan como un anfitrión poco convencional, munido de un arsenal de ceritas, crayones, cantimplora y creatividad. Casi siempre su estampa impresa en imprenta mayúscula con diferente pulso de cirujano de tetas recorrìa la ciudad sin fundador. Radiografías de un lùmpen que se metía en la idiosincrasia de una cultura cosmopolita. Sin dudas, Alberto Cachilo, un alma de doble filo.</strong></span></span><span style="background-color: white; color: #cccccc;"><span style="color: black; font-family: Verdana, sans-serif;"></span></span></div><br />
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<div style="text-align: right;">Ernesto Gallo</div><br />
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"></div><div style="text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi92vZKH3ImkSGmYgUrwk9AmpvNgQBRBQFDK2pJkmM0dHA9qRykbXTFlaHRaL6Ck68k7XiCR3Fl5NmjmP_hHBvgU0GYYI_9BJNq2WKenqd447lSGzPAwLvgMJsvG029lFyWLVegFrziEVRa/s1600/Higinio.+Esbozo+para+una+pared.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" gu="true" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi92vZKH3ImkSGmYgUrwk9AmpvNgQBRBQFDK2pJkmM0dHA9qRykbXTFlaHRaL6Ck68k7XiCR3Fl5NmjmP_hHBvgU0GYYI_9BJNq2WKenqd447lSGzPAwLvgMJsvG029lFyWLVegFrziEVRa/s400/Higinio.+Esbozo+para+una+pared.jpg" width="300" /></a></div><strong><span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: xx-small;"><span style="background-color: white; color: #999999;">(Higinio. Esbozo para una pared)</span></span></strong></div><br />
<div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><span style="background-color: white; color: #cccccc;"><span style="color: black; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: x-small;"><strong>albertocachilo.blogsport.com</strong></span></span></div><div style="text-align: center;"><span style="background-color: white; color: #cccccc;"><span style="color: black; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: x-small;"><strong>por el momento, como objetivo inicial, recoge el grueso del material periodístico existente en las últimas tres décadas, y lo que nos sea posible o resulte pertinente del material gráfico y libresco del mismo período. </strong></span></span></div><div style="text-align: center;"><span style="background-color: white; color: #cccccc;"><span style="color: black; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: x-small;"><strong>A través del link hacemos en alguna medida lo propio con el material que circula por los formatos de Internet. </strong></span></span></div><div style="text-align: center;"></div><br />
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<div style="text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEif2rKzH5Dpyq6pg8fvDeYOHusiR4-1K0y2Q2-lGnOa87Jn4AMgFMwPwcJZrSKjvWxj6a6VoZQOvqtT-79FvbyDEswZ-2ClVXcHVIHmc3nPvwQw4Y8RXKwfXWNFPZxKazUfKF5nWkZVgtsI/s1600/cachil12378713.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEif2rKzH5Dpyq6pg8fvDeYOHusiR4-1K0y2Q2-lGnOa87Jn4AMgFMwPwcJZrSKjvWxj6a6VoZQOvqtT-79FvbyDEswZ-2ClVXcHVIHmc3nPvwQw4Y8RXKwfXWNFPZxKazUfKF5nWkZVgtsI/s400/cachil12378713.jpg" width="300" wt="true" /></a></div><br />
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</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><span style="background-color: white; color: black; font-size: large;"><strong>CACHILO DE LA PARED A LA PANTALLA</strong></span></div><br />
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<div style="text-align: justify;">De la pared al papel del papel a la pantalla, un itinerario que trazó Cachilo, o que se le trazó, primero en vida –de la pared al papel, del crayón a la tinta impresa-, después postmortem –del papel a la pantalla-. Cachilo escribió sus inscripciones, grafitis (graffitis grafittis grafitos- según la Academia- o graffittis, no hay acuerdo entre quienes grafiaron la palabra) en las paredes públicas y privadas –sin uso comercial o doméstico aparentemente- más o menos a lo largo de toda la década del 80. Su paso al papel, de acuerdo a su “descubrimiento” por la prensa local comenzó, a fiarse por las dos bibliografías que exhibe Internet, a partir del año 82 a manos de la revista Risario. En su nº 6, de abril-mayo de ese año, sale un reportaje –el único que se le conoce hasta la fecha-, por demás de interesante. Ahí el escritor político, político más que público, en el sentido más o menos originario que nos ha llegado de ese término, urbano pero también nacional, épico pese a lo que anotó Fontanarrosa una década y media después, responde sobre su nombre y su nacimiento, fecha y barrio (la República de la Sexta, se deduce), sobre su formación escolar y su formación como lector y, diagonal o esquivamente siempre, sobre su vida pasada como ciudadano convencional, su vida laboral y familiar, mientras desarrolla algunas hipótesis –por utilizar adjetivos nunca demasiado oportunos, entre patafísicas y filosóficas- sobre v. gr. el travestismo como naturaleza de la mujer, o de ciertas mujeres, o la división fundamental de los hombres en gigantes y enanos entre otros temas diversos. Queda claro que es Risario (una revista de humor regional, político y de las costumbres, cortada en buena medida por la línea de la Humor pero a la rosarina, que no llegó a tener la difusión de la Hortensia cordobesa no precisamente por ser peor, tal vez sí por esa <em>cercanía</em> –a Buenos Aires- tan cara a –para- lo rosarino) la publicación que difunde, funda, en el medio, el mito, historia, del personaje urbano, la figura de momento pintoresca, de Higinio Maltaneres “Cachilo” a lo largo de la década del 80. En los 90, en las últimas de Cachilo, aparecerían otros medios de prensa, recientes como la revista El Vecino y el suplemento de Página/12 Rosario/12 o históricos como “el decano de la prensa argentina” La Capital. Cachilo se convierte en “guía espiritual” dentro del “staff” de Risario, que a lo largo de su vida de revista publica otras dos notas en el 84 y el 85, una referencia literaria en una viñeta del 85 de Adrián Abonizio, y unas cuantas historietas notas adyacentes dibujitos o epígrafes que lo citan más que a menudo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">La exclusiva de Cachilo en los 80, se ve, la tuvo Risario, con la excepción de un dibujo de Zeballos –su retratista cabecera- que aparece en la Vasto Mundo municipal del 11/12 del 87 y su debut a fines del 89 en La Capital a manos de Vila Ortiz, con quien el diario sempiterno pudo resarcirse del pequeño escrache que montó Risario en el número 25 del 85 (“El 25 de setiembre –escribe Risario-, el diario LA CAPITAL descubrió la existencia de Cachilo, a través de una noteja –aparecida insólitamente en “policiales”- que lo describe como un linyera clásico”.).</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">El boom arranca con la llegada del siguiente decenio. Cachilo llega a los diarios: ambos ponen en tapa la noticia de su muerte. La Capital le concede a lo largo de la década dos notas más –una a favor una en contra, digamos por ahora-. Rosario/12 saca un artículo también al día siguiente, Vargas-Caseres entregan otro en los 90 con dibujo de El Tomi, Ielpi en el mismo año cierra una crónica de época invocando al escritor, acompañada de un dibujo de Armentano que lo incluye, Vila Ortiz Piazza y Fontanarrosa aportan tres más. En la revista El Vecino en noviembre y en la revista municipal de cultura Signos en noviembre del 91, año y mes en que Higinio Maltaneres muere en el marco de la transustanciación al papel de su mitografía, Cachilo vuelve a ser objeto de atención y de discurso. Rita la Salvaje, reciente publicación municipal de historietas, lo convoca más de una vez, a instancias entre otros de Manuel Aranda, el humorista gráfico e historietista que más lo ha abarcado, inventor de un apotegma que acompañó desde el origen a Risario, que no desmerece el rigor aforístico de aquel al que estamos exhortando en esta crónica. Cachilo, se ve, pasa de ser objeto del emprendimiento privado de la bohemia cultural local a cobrar interés municipal, a devenir de apoco artista municipal, aunque según una querella asentada en una plaqueta de W. Motto (1995) – de la Secretaría de Cultura por otra parte- “nunca, ni soñarlo, figuraría en un cartel del parque al estilo ‘Son de acá’.”.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">En setiembre de ese año se publica la recopilación antológica “Doble Filo” y Cachilo pasa en el último mes de su existencia también al libro. De modo que no sería impertinente decir que con los 90 llega su canonización por la cultura local como “personaje” de la ciudad. Incluso llega a la Nueva –revista de un holding al que pertenece La Capital- cuya circulación comprende las más grandes ciudades del interior argentino. </div><div style="text-align: justify;">Cachilo tiene su historieta estable y un bar con su alias en el cual solía ser rajado a patadas (es un decir) por su dueño anterior.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Doble Filo es un libro costeado por sus editores sin sello editorial ni ISBN, del cual se hace una segunda edición en 1999. Recoge con bastante acierto una cantidad de textos hoy incompleta con un diseño que no desentona y montajes-colages basados en fotos de Puzzolo. Nadie dudaría que traducir a Cachilo a la tipografía monocromática, además de sacarlo de la pared, es un acto parejo a la traducción al lunfardo de un poeta chino milenario. Los gestores editoriales no obstante se las arreglaron hidalgamente; hay que señalarlo. </div><div style="text-align: justify;">La llegada de Cachilo, a pocos años de estar en la calle, a las revistas – cuyo punto promontorio sería haberse convertido en la figura de la portada tabloide del nº 25 de Risario en el 85- lo dio a conocer, en cierto ambiente reducido, a escala nacional y le dio un bautizo de personaje de interés y de culto en cierta franja rosarina de lo que se suele llamar la cultura. No existían por entonces ni Rosario/12 ni el menemismo, dos instituciones – la segunda por la negativa, digamos- que contribuyeron a ampliar la escala del fenómeno a comienzos del decenio siguiente. Sin embargo el traslado de Cachilo al libro, según un par de hipótesis, parece haber tenido efectos mucho más terribles que la pérdida de la riqueza visual de su obra y su eficacia peatonal. Piazza contesta a La Voz del Interior por ejemplo: “Uno podría especular con que sus poesías estaban hechas para estar en las paredes, y cuando se la publicó significó el fin de Cachilo”. El artículo de Carina Toso en Cablehogar del 2004 amplía: </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><em>“Los años pasaron para Cachilo, doce fueron los que vivió a la intemperie. Las ceritas y las tizas se gastaban y se cambiaban día a día, hasta que el 4 de octubre de 1991 pintaron sus últimas palabras en los macetones de calle Sarmiento al 400: ‘Cadáver resto, perdone si molesto’. Allí cayó sin vida el cuerpo del poeta de los muros. Pocos días antes el libro con la recopilación de sus graffittis había sido presentado. ‘Una interpretación improbable pero que tiene sus fundamentos es que su muerte fue a causa de la publicación. Él, que escribió siempre para que su obra estuviera en las paredes, cuando le publican los escritos en un libro se muere a los pocos días. También es probable que la intemperie y el alcohol le hayan afectado’, concluye Piazza”.</em></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">La del 90 –postmortem- es también la década de su aparición en los libros y de otros, no todos de Rosario. Aparece en las Ficciones Periodísticas de Briguet en el 93, en las Aguafuertes de Abonizio en el 95, en el cuento “Las ciudades invisibles” de Walter Motto, del 95, y en La Dimensión de lo Poético de Roberto Retamoso, 1995 también, editado fuera de Rosario. En el 91 Libros del Quirquincho, de Buenos Aires, había editado Las paredes limpias no dicen nada, Libro de graffitis, donde hay referencias a Cachilo y sus inscripciones. También llega en los 90 -1992, y no por última vez- a los “libros de texto”: Didáctica de la lengua para cuarto y quinto grado de Fernando Carlos Avendaño, editado en Rosario por Homo Sapiens, incluye “Graffitis de Cachilo” inéditos entre capítulos como “Psicolingüística”, “Didáctica constructivista e interaccionista”, “Sociolingüística” o “Teorías lingüísticas contemporáneas”.</div><div style="text-align: justify;">En la década siguiente no deja de ser referido en un par de publicaciones librescas más, según consta en el catálogo de la Biblioteca Álvarez. Tiene una página en Caras y relatos de la cultura (Museo Diario La Capital) con foto y epígrafe de sus respectivos autores (N. Puzzolo y G. Vila Ortiz) y en el libro de cuentos breves y crónicas de Marcelo Scalona Composturas de Muñecas donde la referencia es más bien una alusión no demasiado explícita –fuera del título (“Boletín Cachilo”)-.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">La década del 90 cachileana se corona con “Cachilo, el poeta de los muros”, el documental de Mario Piazza, suerte de Max Brod o procurador oficial de su obra y figura, hasta el momento el mayor documento fílmico (hubieron en los 80 un par de experimentos en Súper 8) a la vez que la investigación más extensa sobre el asunto. <br />
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<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><span style="color: black; mso-bidi-font-family: Tahoma;"><span style="color: white;">La “Peña <personname productid="La Herradura" w:st="on">La Herradura</personname>”, Club Culturel “Fer a Cheval” opera un simpático lobby en una serie de documentos incautos, a instancias sobre todo de la tesonería del escritor Carlos Mac Allister, cuyo propósito es exhortar al Concejo Municipal para que se pronuncie declarando a Higinio Maltaneres “Ciudadano Ilustre”. Pese a lo que acredita Wikipedia<span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: Tahoma; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: 'Times New Roman'; mso-fareast-language: ES;">[1]</span></span></span></span>, y a lo que creen algunos, el noble Concejo se inclinó a dispensar sin embargo la más medida condecoración de “Artista Distinguido” según nos señaló el área “protocolo” del Palacio Vasallo.</span> </span></span></div><div style="text-align: justify;">El nuevo siglo recibe a Cachilo con el nombramiento de una biblioteca popular del oeste rosarino bajo la especie de “Cachilo” (Biblioteca Popular “Cachilo” del Centro de Educación y Comunicación Popular Aire Libre). Se pinta un mural en la esquina de Rioja y Buenos Aires – luego desaparecido y sustituido por otro- con un par de retratos y recreaciones de algunas de sus inscripciones. El film de Piazza –podríamos decir que el agente señero de difusión de la causa- se exhibe por distintos lugares del país y del mundo y llega a la televisión nacional. Según refieren las “Noticias” del espacio de Cachilo en RosariARTE se realiza en Buenos Aires una obra de teatro inspirada en él. Gonzalo Aloras edita el tema “Trola Coca Cola” cuya letra está armada con textos cachileanos (ya De Benedictis-El Tomi, también Omar Torres-Bonaci, habían compuesto piezas en su invocación).</div><div style="text-align: justify;">En 2004 Cachilo llega a la revista de Cablehogar. En 2003 El Vecino publica el artículo “Marginalia” firmado por “arq. Gustavo Fernetti”, que no figura en sendas bibliografías, del que se podría decir que inaugura –y quizá momentáneamente concluye- el género de semblanzas no complacientes con la figura que dibujó la “Cultura Oficial” –según se señala allí- en torno a la obra la historia o el caso de Higinio Maltaneres “Cachilo”, a menos que haya que darle pareja entidad a la crónica publicada por el <em>inteligente</em> local Silvio Valli en su espacio de La Capital del 96.</div><div style="text-align: justify;">En 2006 Beatriz Viterbo, editorial de origen rosarino y circulación nacional de cuestiones literarias y humanísticas ligada a lo que algunos llamarán “el canon académico”, por lo general ajena por completo a la mitografía sensible local contra la que parece despotricar el susomentado artículo del Vecino, publica Deslindes (Ensayos sobre la literatura y sus límites en el siglo XX), que contiene interesantes noticias teoréticas en torno al poeta y la circunscripción sociológica y literaria de su quehacer textual. El libro es ubicable, fragmentadamente por lo menos, en Google Libros. Claudia Kozak, su compiladora, dedicada al estudio del arte urbano argentino, hace más de una referencia al croto-genio en diferentes artículos.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Con el nuevo siglo Cachilo también arriba a la otra pantalla; surge Internet y la referencia a Cachilo ocupa varios sitios, desde Wikipedia –en español e inglés- a su espacio propio en RosariARTE, sendos sitios que albergan su bibliografía (que debería completarse con la que propone la Peña La Herradura en su documento ubicable en la biblioteca Álvarez), su biografía y una colección bastante completa de los escritos suyos que sobrevivieron a la famosa y filistea inclemencia del clima y a la adversidad utilitaria de los vecinos.</div><div style="text-align: justify;">Son cuatro por lo menos, según recogen las bibliografías mencionadas, las “publicaciones on line” que desde el comienzo de la década irradian material sobre el escritor muralista. Nada de este material sobrevive en la Web a la fecha. Sin embargo hoy existe información variada al respecto en Blogspot, en Taringa!, en You Tube, en Todoar, en Facebook, en Nocturnabsas, en Foro 3k, y en demasiados sitios y blogs personales o grupales.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Con la tercera década-Cachilo no sólo llegan a la pantalla virtual sus grafemas; artículos en torno aparecen en diarios y revistas de otras ciudades del país y el extranjero y varias universidades de EEUU se interesan e invierten en la película de Piazza. Cachilo también aparece en algunos sitios virtuales del exterior, en otros idiomas incluso. </div><div style="text-align: justify;"><br />
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</div><div style="text-align: justify;">En las medianías del 2010 deberemos ir comenzando a aventurar la cuarta década-Cachilo en el orbe. De nuestra parte podemos decir que el Grupo “Puta Ciudad”, grupo de bloggers –por el momento- intrascendentes a futuro, da por inaugurado el Weblog “Cachilo” (albertocachilo.blogspot.com) donde comenzaremos –comenzamos ya- por recoger y publicar los documentos pertinentes que aún no han sido trasladados a la Web, añadiremos y añadimos algunos de factura propia, y avanzaremos todavía con dirección incierta. Ediciones Del Trinche –editorial fantasma también ajena al RNPI- tiene prevista para el año en curso la publicación de una nueva antología de documentos textuales de la obra de Cachilo, con inserción de inéditos y un tanto más amplia que la publicada hasta la fecha –hoy inasequible en casi cualquier parte-, y hasta ahora –para nuestra suerte y vocación inmolada- sin ninguna financiación institucional ni ningún otro tipo de beneplácito fuera de la terquedad de sus solapados editores, cuyos fines no tienen por qué dejar de ser confrontados a todo tipo de cuidados, sospechas, o escrúpulos. </div><div style="text-align: justify;">Una nueva generación de <em>afectados</em> por Cachilo – la de aquellos que éramos simplemente pibes entonces- tiene su oportunidad para asimilar y confrontar todo este capital amasado en torno a Higinio, artista excepcional –excepcional sea como fuere, extraordinario o único, adjetivación que les costará bastante omitir o erradicar incluso a aquellos que no le encuentren a su obra – obra que hace montaje con su figura, su caso, su vida, y que es estrategia y puesta, golpe maestro también- más que una significación pintoresca, o a aquellos que vean en todo esto un abuso de mala conciencia del alma bella de la modesta élite de artistas localistas y funcionarios con carnet de sensibles.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">No nos proponemos –por principio- estar en contra ni a favor de todas aquellas voces encontradas; tampoco vamos a ser indiferentes ni vamos a intentar colocarnos en una imposible garita equidistante. Con Cachilo de vuelta al libro o reforzado en la pantalla no creemos matarlo dos veces. Son puertas que abrimos. Fue él mismo, con su silencio hosco que escasamente interrumpía, su retiro de la vida civil convencional, el que a la vez que difuminó su nombre legal y se atribuyó alas de pájaro criollo, en cierta forma propuso una muerte de la palabra, de su palabra, para que empezaran las letras. </div><br />
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<div style="text-align: center;"><em><strong>PUERTAS QUE ABRAS,</strong></em><em><br />
<strong></strong></em></div><div style="text-align: center;"><em><strong>DONDE MUEREN LAS PALABRAS</strong></em><em><br />
<strong></strong></em></div><div style="text-align: center;"><em><strong>EMPIEZAN LAS LETRAS.</strong></em></div><br />
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<div style="text-align: right;">Luciano García</div><div style="text-align: right;"><br />
</div><div style="text-align: right;"><br />
</div><div style="text-align: right;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjH-Q2TzcPuEYJBAhjlgRJifqbg1iwLmuPN8taaDauHxkQqXMmtBLanVPhjeNRujGXG8KCur6z9IRAkkKXP-TwXRpU1QYorpfIT_76ibQIkyNYp8FJzZlDX1orcEFaUkKmafKxj00cddXDM/s1600/CachiloLG2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjH-Q2TzcPuEYJBAhjlgRJifqbg1iwLmuPN8taaDauHxkQqXMmtBLanVPhjeNRujGXG8KCur6z9IRAkkKXP-TwXRpU1QYorpfIT_76ibQIkyNYp8FJzZlDX1orcEFaUkKmafKxj00cddXDM/s400/CachiloLG2.jpg" width="300" wt="true" /></a></div><div style="text-align: right;"><br />
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</div><div style="text-align: right;"><br />
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<div style="text-align: left;"><span style="font-size: x-small;">[1] La página de Wikipedia fue corregida al poco tiempo de subido este artículo a la Web.</span></div><br />
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</div><div align="center" style="text-align: right;"><br />
</div>Puta Ciudadhttp://www.blogger.com/profile/01227887611681628796noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1717560640096263789.post-50671285954875862362007-11-15T18:28:00.000-08:002010-05-06T18:32:41.218-07:00DE POETAS Y DE LOCOS<div style="text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi0BdXibqnX7MdPC3d46rsvadpQtIN-SoyO3b5duohUp5MrQcsragsWKPfrbdI81WdGWgOFYO4ycto9rvajprr3-mwfVNugS-lbF1dNKhXgRIrsNvdZ1TNWNNiVusQfrjZ73K0DUKdtRhVb/s1600/la+capital+revista+15-11-07.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="356" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi0BdXibqnX7MdPC3d46rsvadpQtIN-SoyO3b5duohUp5MrQcsragsWKPfrbdI81WdGWgOFYO4ycto9rvajprr3-mwfVNugS-lbF1dNKhXgRIrsNvdZ1TNWNNiVusQfrjZ73K0DUKdtRhVb/s400/la+capital+revista+15-11-07.JPG" tt="true" width="400" /></a></div><br />
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<em><strong>El “Poeta” Aragón y Cachilo, el “Poeta de los Muros”, dos personajes ciudadanos que fueron adoptados con entrañable cariño por los rosarinos</strong></em></div><div style="text-align: justify;"></div><div style="text-align: justify;"><br />
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</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>Nacidas de una necesidad colectiva de construcción de módicas leyendas urbanas, las figuras de Alfonso Alonso Aragón y de Higinio Maltaneres son protagonistas de una saga popular rosarina que encrespa a los historiadores académicos que cuestionaban esa cuasi sacralización de los marginales. La gente, empero, los aceptó como personajes de su folclore ciudadano, más allá del paulatino olvido al que están sin duda predestinados.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Alfonso Alonso Aragón, un palenciano nacido en Monzón en 1891 y muerto en Rosario en 1974, había llegado a esta ciudad en 1921, después de haber trabajado en Buenos Aires como capataz de una cuadrilla de hombres-sándwich, desde 1910, año de su arribo a la Argentina.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Mezclado en el ambiente nocturno rosarino con periodistas, actores y escritores que lo consideraron dislatado poeta, afirmó Wladimir Mikielievich, su ingenuidad y corto entendimiento lo hicieron pronto blanco de las bromas de esa cofradía. La mayor de ella fue convencerlo de encarnar al legendario Rey Momo de los carnavales en los corsos que hacia 1930 alegraban la ciudad.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Él asumió ese rol hasta creerse casi el mítico soberano y lo hizo durante más de 30 años, en los que su esmirriada figura vestida con un manto real y portando el cetro de rigor sobre una carroza, fue capturada por innumerables fotografías. Lo de “el poeta Aragón” no fue otra cosa que una broma más: sus presuntos versos eran una sumatoria de ripios y dislates que provocaban risas y burlas piadosas.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Su credulidad inocente, su paso rápido y cortito que lo llevó casi hasta su muerte por las calles de la ciudad, ejerciendo el oficio de mandadero de una agencia de loterías del barrio Pichincha, lo salvaron de mayores agresiones –las que sufren los outsiders- pero no del olvido de las nuevas generaciones, antesala del olvido total.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">A Higinio Alberto Maltaneres la marginalidad le llegó “por mano propia”. Hastiado de la rutina, desengañado por situaciones que nunca develó o enzarzado en ardua pelea con las sombras de la sinrazón, lo cierto es que dejando atrás su pasado de pacífico ciudadano, su ámbito familiar, su trabajo en el Correo y la condición de pequeño comerciante que ostentara alguna vez, se instaló en las calles, recovas y umbrales de la ciudad para convertirse en Cachilo y definirse para siempre como un croto.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Su historia no sería muy distinta a la de cientos de parias sociales que –cada vez más- deambulan por la ciudad si Cachilo no hubiese elegido sus paredes, sus muros, sus columnas, sus veredas, como un enorme lienzo en blanco donde dejar grabados sus versos y graffitis que terminaron constituyendo un vasto corpus diseminado en distintos y muchos impensados ámbitos de la geografía de Rosario.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Su aspecto, sus bolsas y latas, su renuencia a la higiene, su agrio malhumor, su negativa a dialogar salvo con contadísimos interlocutores, le ganaron la inquietud y a veces la furia de los vecinos de los lugares donde asentaba su hábitat, pero sus versos y dibujos, inscriptos con ceritas, le fueron ganando el interés de escritores, pintores, semiólogos y críticos que hallaron para ellos explicaciones, resonancias, valores filosóficos y poéticos, honduras que escapan a los hombres y mujeres comunes.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Cachilo pasó a ser entonces un paradigma, un ícono, un creador tan incomprendido como sorprendente: se escribieron artículos y libros sobre él, se filmaron películas, se imprimieron sus textos, se lo declaró ciudadano ilustre de la ciudad (postmórtem, claro está) y se lo instaló en el módico Olimpo rosarino. A quien había renunciado al mundo por elegir la libertad más absoluta, todo aquello le habría parecido seguramente tan absurdo como efímero. </div><br />
<br />
<div style="text-align: right;">Rafael Ielpi<br />
<br />
<div align="center"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjyandrXZ-Rh6uhfvHOoDFWnwAo4K9BFNAx9Hnr3CeI_WfozSHEQEXwbTY3PvJYt6IGKhJiSqCemPTkupAtQVP0Q3mluT95Qyo0K64GwQyDHHCkYOgXVvMf2T5m1-oEPgSDNeMscFFZk8vS/s1600/la+capital+revista+15-11-07+cachilo.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjyandrXZ-Rh6uhfvHOoDFWnwAo4K9BFNAx9Hnr3CeI_WfozSHEQEXwbTY3PvJYt6IGKhJiSqCemPTkupAtQVP0Q3mluT95Qyo0K64GwQyDHHCkYOgXVvMf2T5m1-oEPgSDNeMscFFZk8vS/s400/la+capital+revista+15-11-07+cachilo.JPG" tt="true" width="323" /></a></div><br />
</div><div style="text-align: right;"><em>La Capital</em>, 1867-2007, 140º aniversario, 15/11/07, p. 228.<br />
<br />
</div>Puta Ciudadhttp://www.blogger.com/profile/01227887611681628796noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1717560640096263789.post-3753244370772185902006-07-04T18:36:00.000-07:002010-04-13T18:45:37.142-07:00CACHILEAR<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: right;"><br />
</div><div style="text-align: right;"><span style="font-size: x-small;">"<em>Un maestro no es artista es viejo diestro</em>"</span></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: right;"><span style="font-size: x-small;"><br />
</span></div><div style="text-align: right;"><span style="font-size: x-small;">Higinio Maltaneres. Cachilo</span></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiHDXjIcSDR1fJOBuLE87nesdwL1FJQTND0A2EGWmRN55N_8QcWja0MZSiKeKd_bd9bcPmTmA25nbxrA3O893f8S2WS5NTwUqk5Ap5hMTsK-Be_mAo2LVQUbFupVLUHb28dviqiY1jNDjZz/s1600/rosario12+4-7-06+.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiHDXjIcSDR1fJOBuLE87nesdwL1FJQTND0A2EGWmRN55N_8QcWja0MZSiKeKd_bd9bcPmTmA25nbxrA3O893f8S2WS5NTwUqk5Ap5hMTsK-Be_mAo2LVQUbFupVLUHb28dviqiY1jNDjZz/s400/rosario12+4-7-06+.jpg" width="264" wt="true" /></a></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;">Yo cachileo. Tú cachileas. El cachilea. Nosotros cachileamos. Vosotros</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;">cachileáis. Ellos han inaugurado una Muestra en la Biblioteca Argentina con el arte de Cachilo, un linyera devenido esteta, escritor de graffittis, quien sin pedir permiso al urbanismo dejó de ser cartero y de atender su bazar para volverse correlativo a tachos de basura y tatuar el cuerpo de Rosario con carbón a modo de poema.</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;">"No me estropeo porque no me meto donde no veo".</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;">Cachilo respetuoso. Escribió a la Rosario, su mujer, con quien dormía y a la que habitaba. Sin molestar ni hollinar, derribando con sus frases una</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;">medianera entre nosotros. Jugando al casino con las letras y haciendo plenos con la sabiduría. Docenas de objetos cachados acompañando esa poesía, la barba blanca, estable y pasajera.</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;">"Pobre Patrio. Sin perro que ladre"</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;">Quienes teníamos veinte en su buena medida sabíamos que en él devenía</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">heterogéneo el mundo, un sustantivo cívico, la alegría igualmente y su</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">municipalidad por evadir impuestos. Cachilo humano. Por demás humano. Pasión que da la vida por un Verbo. Merecer sus errores ortográficos (eso queremos) y escuchar sus lecciones en castellano perfecto.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">"Los indios sin guitas. Cuidan las carretas que no los asalten los maricas."</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Una manera de gozar que no engorda, que no cae mal a otros, silenciosa, sin ruidos pero con escape.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">"NoNo. Cuando Mariquita Thomson hizo la música del himno nacional la</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">arreglaron bien No."</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Una lectura de la historia en competencia con Félix Luna ¿por qué sería</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">menos válida? Una edición de Rosario. Cachilo, con lo diabólico al correrse del común, de la oferta, el mercado, el comercio. Daba miedo. Se detenía mirando fijo como una vaca que fuera inteligente.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">"ómnibus de excursiones Renato Cesarini. Turistas. Visiten aquí estadio</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Rosario Central. Frigorífico Swift. Cantry Fisherton. Quintas Soldini."</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Cachilo, con su felicidad establecida, doméstica o no, en su mini turismo de linyera. En el futuro eterno de su prisa conocimos también al cuidadano. Su bocacalle. Sin que su boca calle. Soneto sin DNI ni empadronado, partida de nacimiento que se extravía, que parte con él hacia ninguna parte, en todo caso hacia un Paraná con héroe. Cachilo, bebé caído de la cuna de la bandera. Extraviado de la bandera. Que se quedó sin lavandera. Carita de duende. Duende. Sopita esencial, invisible a los ojos.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">"la juventud se reproduce. Son los viejos que trabajan en lo que tienen</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">aprendido. Un país se conduce."</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Cachilo intendente, votado por-dios-eros, rico y pobre. Nuevo rico. Sabe que las generaciones se distinguen en jerarquías y así gobierna sin burocracia.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">"Cadáver resto disculpen si molesto"</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Cachilo en el suspiro rosarino, el doctor, el amor, la muchacha, el país, la atmósfera, el contribuyente en sepia que él mismo dejó atrás con sus</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">encantos. La palabra revuelta. La libertad. Poder decir. El poder de decir. No aclare que oscurece. Cachileando. Cachilismos. Cachilería.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Cachilo, vereda y calle.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Hay que saber rendirle un homenaje porque en él nos vuelve el sentido</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">asesinado, una euforia de sílabas rotas y la ciudad a cabildo abierto.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Se despidió escribiendo una última frase, un último respeto en edición</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">bilingüe. En su locura horripilante está aguantado el fuego. Le ganó una</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">batalla a la masa y lo tenemos perpetuo en esta literatura de ladrillo.</div><br />
<br />
<br />
<br />
<div style="text-align: right;">Beatriz G. Suarez y Margarita Scotta</div><div style="text-align: right;"><br />
</div><div style="text-align: right;">beagasua37@hotmail.com</div><br />
<div style="text-align: right;"><a href="http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/rosario/14-2967-2006-04-07.html"><em>Rosario/12</em>, 7/4/06, contratapa.</a> </div><div style="text-align: right;"> </div><div style="text-align: right;"><br />
</div>Puta Ciudadhttp://www.blogger.com/profile/01227887611681628796noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1717560640096263789.post-81700177338381855682006-01-01T13:01:00.000-08:002010-04-13T13:47:39.957-07:00<div align="justify"><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgFxUkQS9cwF7NaKFiSIqP-rbw9lblANuvxVpft4AN8-S7ydEW0vL3y7HYoFfzU5btA8K2x1obhyphenhyphennWyLYtUEqc_8HLUXIxEGSel6fde1wDS8vjRQUQEhIMB8CxxHtZlockeU36bdDCeoluL/s1600/la+capital+2-5-99+foto.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgFxUkQS9cwF7NaKFiSIqP-rbw9lblANuvxVpft4AN8-S7ydEW0vL3y7HYoFfzU5btA8K2x1obhyphenhyphennWyLYtUEqc_8HLUXIxEGSel6fde1wDS8vjRQUQEhIMB8CxxHtZlockeU36bdDCeoluL/s320/la+capital+2-5-99+foto.JPG" width="228" wt="true" /></a></div><div style="text-align: center;"><em><span style="color: yellow; font-size: x-small;">(toma realizada 07-02-1982)</span></em></div><br />
<br />
<br />
Puedo afirmarlo. Ellos me lo han dicho. Los retratos de estas páginas que recrean parte de la mitología de esta ciudad, hablan entre ellos. Como aquellos amigos de la biblioteca en la cual se refugiaba Maquiavelo después de las fatigas del día. En este caso, Cachilo dialogó con el Poeta Aragón, los dos a su vez con Gregorio Zeballos y con el autor de estas líneas, y a su vez con dos que no pudieron estar, Mario Piazza y Pataqueno. Cachilo demostró muchas cosas. Ente ellas que las paredes de la ciudad era exactas para sus aforismos (que solamente los tilingos ignoran), para poder sentirse triste o contento, y comprender que las cosas no son como todos creemos que son. Una tarde tuve esta confirmación. En la ochava de una esquina donde había negocios dedicados a la venta de sillas y otros muebles de extrema sofisticación, Cachilo, acostado en la calle, apenas apoyado en el vidrio del negocio, con la cabeza sobre a manos, parecía decir: “Aquí conmigo deberían estar Cioran y tal vez Beckett. Para estar más cómodo, digo”.<br />
<br />
</div><div align="right"><br />
Gary Vila Ortiz<br />
<br />
<br />
De “<em>Caras y relatos de la cultura</em>” </div><div align="right">(2006) Museo Diario La Capital<br />
Fotos de Norberto Puzzolo. Textos de G. V. Ortiz.</div><div align="right"></div>Puta Ciudadhttp://www.blogger.com/profile/01227887611681628796noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1717560640096263789.post-38986980344773755542004-03-01T09:01:00.000-08:002010-05-12T09:49:25.100-07:00CACHILO, EL POETA DE LOS MUROS<div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Sus frases escondían coherencia detrás de una redacción incoherente.</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Caminó durante 12 años por la ciudad dejando su sello en las paredes.</strong></div><br />
<br />
<div style="text-align: right;"><br />
</div><div style="text-align: right;"><span style="font-size: x-small;">“<em>Gringo / todo es feo / el poeta del correo </em></span></div><div style="text-align: right;"><span style="font-size: x-small;"><em>tiene que hacerles ver / que ahora es lindo</em>”</span></div><div style="text-align: right;"><span style="font-size: x-small;"><br />
</span></div><div style="text-align: right;"><span style="font-size: x-small;">Cachilo</span></div><br />
<div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Siempre tenía tizas y ceritas en sus manos, las tenía de todos los colores. Escribía, pintaba y dibujaba en las paredes de Rosario. Sus palabras llamaron la atención de más de uno que hoy recuerdan de memoria y con cariño todo lo que Cachilo tenía para decir. Vagaba, de un lado a otro, libre como un pájaro, como un “cachilo”, nombre que decidió adoptar: “Nombre de pájaro. Somos cantores, somos poetas, Cachilo, por los pajaritos chiquitos que hay acá. ¿Viste? Tienen barbita”, explicó en la única entrevista que le hizo la desaparecida revista Risario, en 1982. Eligió un nombre nuevo, muchos nombres nuevos: Alberto Cachilo, Criollo norteño, croto viejo. Eligió ser una nueva persona, eligió las calles, las paredes y dejó atrás una vida que prefirió olvidar, nadie sabe bien porqué aunque muchos tienen sus hipótesis.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">“Personalmente creo que fue en parte la cuestión conyugal, tuvo un problema con la esposa y eso fue lo que lo llevó a estar en la calle. La carga de motivación que yo le encuentro es como si hubiera estado forzándose por llevar una vida normal, frenando algo en su interior, y esto hizo explosión en un determinado momento que ya no pudo controlar y lo llevó a tomar esa actitud extrema. No hay que excluir el dato reiterado en los testimonios de que algo le fallaba en la cabeza, no estaba del todo cuerdo”, explica Mario Piazza, cineasta rosarino, quien en 1999 estrenó un documental sobre la historia de Cachilo. Quizás esa creencia de que una especie de locura lo rodeaba fue lo que le permitió escribir sin ser molestado en una de las épocas más críticas por las que atravesó el país: la dictadura militar. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Higinio, como era su verdadero nombre tenía mujer y cuatro hijos. Trabajaba, primero como empleado de correo, después se dedicó al negocio de los banderines y las calcomanías, emprendimiento en el que dicen no le iba nada mal. Pero sea como sea lo que pasó, Higinio dejó de existir. “Cuando empezó a ser Cachilo tenía alrededor de 50 años, pero hay una parte incierta. Cuando estaba alrededor de los 40 se produce la separación de la familia y hubo un período, que no se sabe de cuanto tiempo, que se fue a vivir a Buenos Aires”, cuenta Piazza. Según el propio Cachilo su vida cambió en Buenos Aires y lo explicó a su manera: “Me tenía que tirar al Riachuelo o bajo un tren, o de lo contrario darme cuenta que era solitario y viejo. Y viví la vida de viejo al cumplir los cincuenta. Allá estaba enfermo y me vine. En Buenos Aires me pararon bien el carro. Me rompieron todos los documentos y me dijeron: Ahora vos te llamas Albert Croto, que en francés quiere decir Alberto; y Croto no sé qué quiere decir”.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">En la entrevista de Risario Cachilo cuenta que siempre le gustó el dibujo y la escritura: “dibujo escrito, dibujo industrial se llama”. De chico, leía el Martín Fierro de José Hernández, a Gustavo Adolfo Bécquer, Amado Nervo, Miguel de Cervantes Saavedra, León Toistoi, “y uno que no me puedo acordar”. Tenía un gran complejo con su estatura: “yo no tengo que decir nada, porque soy de estatura baja, uno setenta. Y de uno cincuenta a uno setenta no opinamos más nada, no decimos nada por que se enojan los grandes, los grandotes. Son ellos los que tienen que dar la impresión, porque son ellos los que castigan”. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Los ’70 parecen haber sido los años en los que nació Cachilo, el poeta de los muros, después de haber dejado atrás casi 50 años de vida. Pero el Croto Viejo fue descubierto periodísticamente por la revista Risario en el ’82, año en que se publicó la entrevista con fotos de Alejandro Lamas. En un número posterior fue nota de tapa y más tarde terminaron incluyéndolo a Cachilo en el staff de la revista como guía espiritual. De ahí en adelante los cantantes de la ciudad le dedicaron letras y música, los fotógrafos registraron su figura ante una pared escribiendo y escribiendo. Hasta hay un registro, de José Luis Seguí, de la voz y la imagen de Cachilo. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Según el relato de Piazza, Cachilo “escribía mucho sobre el tema gaucho y hacía referencia a su trabajo anterior: “El correo es puente cruzado de comunicación entre la gente”, “Gringo, todo es feo, el poeta del correo tiene que hacerles ver que ahora todo es lindo”. Pero escribía sobre cosas muy diversas, con la particularidad de que tenia ese estilo de sorprender a la gente con su originalidad”. Los graffittis del poeta eran inconfundibles, a pesar de que pocas veces firmaba de la misma forma. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">“Tenía también seguidores entre buena parte de la intelectualidad o gente de la cultura de Rosario, algunos de los cuales les proveían de sus materiales de trabajo”, dice Piazza. “Están caros”, se queja Cachilo en la filmación de Seguí, haciendo referencia a las ceritas y las tizas, mientras sus manos curtidas muestran un puñado de pedacitos de todos colores que lo manchan las puntas de los dedos. Otro grupo de sus amigos lo formaban los gastronómicos. “Eran amigos por interés y necesidad, porque le proveían de comida. Cuentan que no pedía cualquier cosa para comer, tenía un paladar exquisito, pedía melón rocío de miel para comer con jamón”, relata Piazza. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">En vida y después de su muerte Cachilo recibió el reconocimiento de muchos. Noberto Puzzolo y Alejandro Lamas lo fotografiaron en sus pintadas cotidianas. El poeta Armando Del Fabro escribió versos inspirados en él. Los escritos de Cachilo no quedaron estampados sólo en las paredes, sino que el actor Noberto Campos, con la ayuda de Osvaldo Boglione y Mónica Calegari, los recopiló en un librito y lo editó. Periodistas y artistas también hicieron eco de la obra de Cachilo: Gary Vila Ortiz, Reynaldo Sietecase, Adrián Abonizio, Roberto Retamoso y Daniel Briguet, entre otros. Rodolfo Saavedra, artista plástico pintó en la recova de Rioja y Buenos Aires, donde durmió largas noches Cachilo, un mural en su homenaje tras cumplirse diez años de su muerte. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">En el documental los amigos de Cachilo, tanto de la calle como los que se acercaron a él con intereses intelectuales, artísticos o culturales, expresaron sus sentimientos hacia el poeta croto. “Llegó a un lugar que otros artistas no llegaron, ni van a llegar jamás”, opina Adrián Abonizio, mientras Daniel Briguet encuentra en Cachilo un talento que tal vez “necesitan muchos de los rosarinos más convencionales, para vivir felizmente, por lo menos más dignamente”. Para Sietecase “era un trabajo poético de mucha coherencia dentro de lo que parece incoherente. Es como si Cachilo hubiese tenido un plan que estaba llevando a cabo”. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">La familia de Cachilo es un aspecto nublado en su vida desde que él decidió dejarlos atrás. Pero el destino lo puso un día cara a cara con uno de sus hijos que vivía y vive en Buenos Aires. En una de sus visitas a Rosario caminaba por la calle y al doblar en una esquina se topo de golpe con Cachilo, o su padre. Se miraron a los ojos y sin intercambiar palabras sintió muy dentro de él que su padre le pedía que siguiera su camino, que no se detenga ante él y eso fue lo que hizo. Una de sus hijas después de estrenado el documental se mostró muy contenta, según su director, ante la recopilación y el elevamiento de la obra de quien había sido su padre.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Los años pasaron para Cachilo, doce fueron los que vivió a la intemperie. Las ceritas y las tizas se gastaban y se cambiaban día a día, hasta que el 4 de octubre de 1991 pintaron sus últimas palabras en los macetones de calle Sarmiento al 400: “Cadáver resto, perdone si molesto”. Allí cayó sin vida el cuerpo del poeta de los muros. Pocos días antes el libro con la recopilación de sus graffittis había sido presentado. “Una interpretación improbable pero que tiene sus fundamentos es que su muerte fue a causa de la publicación. Él, que escribió siempre para que su obra estuviera en las paredes, cuando le publican los escritos en un libro se muere a los pocos días. También es probable que la intemperie y el alcohol le hayan afectado”, concluye Piazza.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">“Cachilo vive”, dice el mural de Saavedra. Sus escritos viven. Para sus amigos vive. Para aquellos que leen las calles mientras caminan y se paran a mirar los detalles que ofrece aquella ciudad que grita desde las paredes, Cachilo vive. Fue un hombre que se animó a elegir, que se animó a ser su propia elección. Las tizas y las ceritas de colores fueron sus armas, las palabras sus balas.</div><br />
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<div style="text-align: right;">Carina Toso </div><div style="text-align: right;"> </div><div style="text-align: right;">Revista <em>Cablehogar</em>, nº 72, 3/04 </div>Puta Ciudadhttp://www.blogger.com/profile/01227887611681628796noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-1717560640096263789.post-83754018284515299312003-12-01T14:30:00.000-08:002010-04-13T14:36:16.307-07:00BOLETÍN CACHILO *<div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Bulldozers. Pam de puño. Uzis. Mira infrarroja. Alarma X-27. Pentágono. Casa Blanca. Reagan. Bogart. Boogie. Bushhhhhhh.... Candado. Rejas. Jaulas. Cadenas. TV. Monitores. Locutores. Satélites. Gendarmes. Dispositivo antiasalto. SWAT. Misión del Fondo. Ter Minassian con nosotros. Krueger, Krieger, Kohler, Álemansssss. Trabajo de pinzas. Servicio de Inteligencia. Portero visor. Portero calzado. Vigilante. Con radio. Calibre. 38. Campo de tiro. Shooting. Alambre de púas. Cámara oculta. Pinchadura. CNN. GPS. FMI. R.I.P. Mortaja. Mordaza. Portación de armas. Portación de cara. Gas paralizante. Gas mostaza. Gas lacrimógeno. Gas del Estado. Cierre sincronizado. Bajan persianas. Cuatro vueltas de llave. Nervio de acero. Pivote cruzado, cerradura al centro... de la pampa húmeda. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Caja fuerte. Panteones. Combinaciones. Dientes. Dentelladas. Bocones. Mordidas. Comisiones. Nacionales. De seguimiento. De los rebeldes. Búnker. Blindado. Chaleco antibalas. Corazón... corazón... en fuga... Trinchera. Trinchante. Tridente usa el demonio. Tenedores, los giles. No hacen falta para comer matecocido. Calcos de la empresa centinela. Sirena. Ulular. Hidrante. Documentos. Legajos. Expedientes. Cuerpos. Dos cuerpos, tres cuerpos bailando por ÚNNNN... 30.000. Secretos. -- Documentos, por favor... balín Bala de goma. Balá. Cartucho. Cascos servidos. Inservibles. Casquetes. Cascos Blancos. Negros. Siempre negros. Verones. Galarzas. Ruices. Ojedas. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Dos veinte. Alterna. 110. Electrógeno. Automático. Dos por ciento. Líbor. Interbancaria. Call. Colt. 45. 9 milímetros. Tasa de retorno. Retornos. Despidos. Usura. Quiebra. Mortalidad del boyerito. Boyero. Picana. Razzia. Portación de rostro. Lombroso. Ferri. Garófalo. Giuliani. Patti. Manopla. Voltios. Mano dura. Por la espalda. Contra el piso. Arriba las manos, dijo el presidente: esto es un discurso. Fal. Itaka. Taka-taka. Telescópica. Láser. Bagual. Luger. Browning. Beretta. Smith and Wesson. Sociedad Anónima. MK 5. Pan de trotyl. Pan de trigo. Caja PAN. Mendrugo del granero del mundo. Collar de ahorque. Cepos. Esposas. Maridos. Piquetes. De ojos. Cortes. De ruta. Olla. Popular. Essen. Leña. Y leña. A fuego. Lento. Cámara de gas. Cámara de Senadores. Cámara de Comercio. Cámara séptica. Fosas comunes. Inyección letal. NN. Vuelos de la muerte. Paredón. Silla eléctrica. Sillón de Rivadavia. Alarma con sensores de calor. Alarman las gomas quemadas. Alarma Canal 9. Alarma de humor de los mercados. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Reja electrificada. Custodia. Perro guardián. Ovejero. Skinheads. Dogo. Doberman. Cruces. Cuchillos. Cacheo. Num-Chako. Forever. Primer Dan. Cinturón Negro. Tae-bo. Karate. Sushi. Shakira. Skanska. Kaka. Chateo. Choteo. Pantalla. Plana. Tumba. Valor. Gordo, ¡valor! Valores. Bolsa de... Escala de... Richter. Mercali. Atonales. Daltónicos. Greenspan. Volcker. Mulford. Cavallo. Reed. Gates. Mis papis. El Papa. Me caso. Me come. No me come. Banelco. Flamarique. Máster. Visa el mijo de pajaritos. Investment Grade. Standard and Poor´s. Baring Brothers. Morgan. Drake. Garfio y Rock and Feller’s. Coca and Cola. Cool and cul de sac. Culo del mundo. Coolegio Privado. Inglés y Computación. Títulos Oficiales. Títulos Públicos. Riesgo país. Club Privado. Clínica Privada. Barrio Privado. País Privado. Televisión Pública. Mía. Mía. Mía. Solar Privado. Ultima morada. ADN. Por las dudas. Pericia. Balística. Chicana. Rastros. Huellas. Forense. Confirmado, último momento: "<em>la bala que mató a Fuentealba, en Neuquén, salió del arma de José Luis Cabezas, y a Mariano Moreno, lo envenenó Yiya Murano</em>". Seguiremos informando. </div><div style="text-align: justify;"><br />
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</div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-small;">(*) <em>Poeta rosarino que vivía en la calle, escribía sus aforismos a mano por las paredes. En su modo despojado y fragmentario lanzaba unos asteroides lúcidos, poéticos, hilarantes.</em></span></div><br />
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<div style="text-align: right;">Marcelo E. Scalona</div><div style="text-align: right;"><em>Composturas de muñecas. Sábado/12 Inauguración</em> </div><div style="text-align: right;">Homo Sapiens. Rosario. 2003. </div><div style="text-align: right;">p. 119-120</div><div style="text-align: right;"><br />
</div><div style="text-align: right;"><span style="font-size: xx-small;">(versión con algunas diferencias de la del libro tomada de</span></div><div style="text-align: right;"><span style="font-size: xx-small;"> </span><a href="http://nuestrotaller.zoomblog.com/archivo/2007/04/26/boletin-Cachilo.html"><span style="font-size: xx-small;">http://nuestrotaller.zoomblog.com/archivo/2007/04/26/boletin-Cachilo.html</span></a><span style="font-size: xx-small;">)</span></div><div style="text-align: right;"></div>Puta Ciudadhttp://www.blogger.com/profile/01227887611681628796noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1717560640096263789.post-45989608824628026052003-01-01T20:37:00.000-08:002010-06-03T20:07:13.884-07:00MARGINALIA<div align="justify"><br />
Cada vez más la locura de la vida moderna lleva, insensiblemente, a los ciudadanos a alienaciones sucesivas y evolucionadas. A la búsqueda del salario –proceso natural de la cultura urbana- le sigue el stress provoado por la dificultad de conseguirlo. Toda una serie de valores se cimentan en esta dupla posibilidad-imposibilidad. Pero hay algunos que se sustraen de esta gama de valores; seres extrapolados, adyacentes, que son mirados a veces con desprecio y a veces con simpatía. No son pobres “<em>de los que habrá siempre</em>” (Carlitos <em>dixit</em>). Son personas que, mediante mecanismos mentales diversos, entre ellos la locura, dejan de lado las sagradas normas de la convivencia civilizada, tan ponderada por las maestritas de guardapolvo celeste.<br />
Desde los viejos bufones de palacio, los vagos, malentretenidos, errabundos, hay una variabilidad de marginales y marginados en función no de su existencia monetaria, sino de sus comportamientos. Su imagen prototipo, estilizada, es el payador, personaje extraño, atemporal y también segregado.<br />
Estas personas devienen rápidamente en “<em>personajes</em>”, señalados con el dedo ya que irrumpen en la sociedad humana transgrediendo sus normas de hierro. Mugrientos en una ciudad que consagra la limpieza a nivel de moralidad, errabundos cuando se sacraliza la vivienda y la estabilidad, desesperadamente pobres cuando la sociedad se arma desde el dinero. No son exactamente mendigos, si bien solicitan monedas, ya que tienen una filosofía totalmente extraña a los sistemas de pensamiento de las clases medias.<br />
Hoy, dos son los “<em>extrañados</em>” emblemáticos de Rosario.<br />
La cultura oficial y cierto periodismo folk los ha elevado al rango de ejemplos de bohemia.</div><div align="justify"><br />
<strong><span style="font-size: 130%;">El poeta Aragón.</span></strong><br />
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<strong>Alfonso Alonso Aragón</strong> era uno de esos “<em>personajes</em>” que, a la distancia, se perciben como borrosos. Nacido el 23 de enero de 1891 y muerto en la década del 1980, Aragón solía deambular por los bares de la <strong>estación Sunchales</strong>, barrio que se insiste hoy por hoy en llamar <strong>Pichincha</strong>. Allí aprovecha para solicitar un vaso de vino o de cerveza, algún café, pero sobre todo dejaba, a guisa de propina, una servilleta con un poema dedicado. Esta poesía de mostrador fue rescatada por una revista extinta, <strong>La Cebra a Lunares</strong>, que logró, allá por 1974, entrevistar al poeta de las barras. De joven, trabajaba en la fábrica de turrones <strong>Gandia</strong>, en el mismo barrio, que necesitaba mano de obra emergente para las fiestas de fin de año. Los propietarios de un bar de las cercanías y del mismo apellido el poeta tal vez fuesen sus parientes.<br />
Durante varios años, fue un invitado obligado de los corsos del intendente <strong>Carballo</strong> o en el “<em>corsito</em>” de calle Callao. Una broma de adolescentes lo había puesto como <strong>rey del Carnaval</strong>, como rey Momo: ya nunca abandonaría esa jerarquía. Subido a las carrozas (imagino que se disputarían su real atención) disparaba sonetos, locuras y agua. Un ex intendente le regaló un par de zapatos blancos; los usó por años, aunque eran tres números más grandes (Aragón medía 1,60).<br />
Ni sus poesías ni su comportamiento eran regulares, algunos atribuyen a la sífilis sus versos que eran disparates de dementes; pero una bien cimentada fama de excéntrico y habitué prostibulario lo ha dejado incólume para la memoria popular. Murió solo y pobre, un cajón de pino cedido por la Municipalidad y un entierro de apuro fue su epílogo. Nadie fue a su entierro, como corresponde.</div><div align="justify"><br />
<strong><span style="font-size: 130%;">Cachilo: el poeta de los muros.</span></strong><br />
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Más evidente ha sido la entronización de Cachilo. Linyerón de raído sobretodo, cinturón de piolín, un jarro al cinto y gorrita “<em>Levi’s</em>” de cuero, se ha convertido, poco a poco, en mítico personaje. También fue entrevistado, diez años después que Aragón, por la heredera de <strong>La Cebra</strong>, la revista <strong>Risario</strong>. Ambos cronistas toman medio en serio, medio en broma, los consejos “<em>sabios</em>” de los marginales. El tono era el mismo: cierta jocosa incomprensión ante el fenómeno de la locura. Esta se manifestaba en la forma en que escribía, sobre las paredes de las casas, generalmente paredones ciegos de baldíos, o edificios públicos (era loco pero no tonto: así nadie se quejaba de sus efímeros productos) y era puntualmente corrido por todos.<br />
Recuerdo haberlo visto, cruzando yo mismo de vereda para no olerlo: la gran mayoría hacía lo mismo, e incluso fue a parar por vagancia a una celda en el Proceso, denunciado… por una monja.<br />
Este croto poeta tenía una cierta debilidad por la enseñanza, la educación; dejaba escritos que detrás de su incoherencia tienen un cierto fondo de crítica social. Su nombre se ignora con certeza, cambiaba de apelativo según quién se lo preguntaba. A fines de los 90 también murió, la intemperie dejó su marca en sus huesos. Dicen que jamás se emborrachaba, que era un ex empleado de correos, que era de buena familia. Tampoco nadie fue al entierro y se ignora el punto exacto de su tumba. Marginalidades de la muerte.</div><div align="justify"><br />
<strong><span style="font-size: 130%;">Los otros.</span></strong><br />
Los “<em>linyera</em>”. Esta palabreja tiene su raíz en “<em>lingiera</em>”, ropa interior. Los lingiera eran, a principios de siglo, inmigrantes italianos que trabajaban a lo que cayese, y a veces no tenían más remedio que vivir bajo los puentes porteños y comer lo que podían. La imagen fantástica del “<em>crisol de razas</em>” hace aguas precisamente allí: no eran locos, sino marginados por el sistema. La vida al aire libre, lejos de ser saludable para estos expulsados, causaba su muerte por pulmonía o por desnutrición.<br />
Los crotos eran linyeras con otro nombre, según la leyenda eran trabajadores que iban en los trenes “<em>de arriba</em>” y que, para poder dejarlos transitar hacia el lugar de trabajo, se les asignaba a los vagones en una cierta cuota. Los que bajaban, insultaban al inspector. Los que seguían, viajaban “<em>por Crotto</em>”, gobernador de Buenos Aires que dispuso la medida selectiva. Atorrantes eran, según otra leyenda, moradores de los caños fabricados por un tal “<em>A. Torrant</em>” (que verdaderamente existió) pero la versión cae cuando vemos que en España también hay “atorrantes”. ¿Un americanismo? La versión –atorrante, en que tiene que ir a vivir a los caños- está hoy por hoy arraigada en la etimología popular.<br />
Cada barrio tiene sus propios personajes, sus marginales.<br />
En Sunchales, el <strong>poeta Aragón</strong>. O <strong>Pataqueno</strong>, (de memoria hoy irrecuperable) que generó el terrible insulto “<em>hijo de Pataqueno y de la Bella Dorita</em>” (una vedette anterior a Rita la Salvaje). En Refinería, el <strong>Loco Basualdo</strong>, que “<em>hablaba</em>” con <strong>Don Bosco</strong> en la calle Gorritti, según una foto de un historiador del barrio. Alberdi en los 70 tenía a <strong>Carlitos</strong>, un linyera del que se decía que era médico. Una vez asustó a mi abuela devolviéndole una pistola de juguete que yo había olvidado en la vereda.<br />
Algunos aparecen periódicamente, para luego desaparecer. <strong>El Loco de la Ametralladora </strong>en el Cruce Alberdi, porta una automática hecha de palos de paraíso atadas (sic) con hilos; se lo suele ver en maniobras de combate. Se cree que es veterano de Malvinas: su edad es indefinible. <strong>El Loco de la Radio</strong> pulula en la Peatonal Córdoba, ataviado de saco y corbata, con un sombrerete de colores, simula escuchar radio o tal vez la escucha de verdad, de todas maneras no tiene pilas. Desde allí apologiza o critica a Menem, Duhalde o Alfonsín, en ráfagas de locura y coherencia, Dios dirá a cuál período corresponde la alabanza o la denostación.</div><div align="justify"><br />
<strong><span style="font-size: 130%;">La locura: el infierno tan temido.</span></strong><br />
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Todos estos personajes marginados simbolizan la locura. Temidos cuando vivos, ahora son poetas cuando en realidad fueron expulsados. Curioso: estos locos tienen títulos, son doctores, poetas, empleados formales, maestros, ingenieros. Alguno era boxeador o cantor de tangos. Todos cayeron por propio destino, según la leyenda. La familia se avergonzaba de sus vidas, por eso no los rescataba; o ellos mismos, lavados y peinados, se iban “<em>dejando la ventana abierta</em>”. Muchas de estas historias repiten esos clichés. Es que la simbolización es necesaria para poder borronear el desamparo, la idea incomprensible y horrorosa de la locura, la desaparición de la individualidad burguesa.<br />
El arte oficial es pródigo en operatorias de lavar y legitimar estas marginaciones. Una de las funciones del arte fue siempre desactivar, mediante la interpretación, las realidades más duras. El arte oficial se especializa en estas desactivaciones: no es casual que todas las formas de Cultura Oficial posea (sic), más tarde o más temprano, cierto discurso acerca de estos personajes, elevados ya al rango de leyenda folk.<br />
Pero es interesante el recuerdo de la gente acerca de ellos. Ya muertos, son rememorados con cierta nostalgia, a pesar del baldazo para alejarlos cuando vivos. Es que estos personajes, al morir se llevan parte de la juventud del que recuerda. Ningún niño tiene memorias de estos seres humanos, generalmente se les teme. Al morir son inofensivos y como eran del ámbito público, son parte del paisaje desaparecido junto con la juventud. Los historiadores barriales y los memoriosos de edad avanzada recuerda sólo lo que ellos mismos han vivido, y estos personajes forman parte de sus vidas, lo quieran o no. entonces el miedo o el asco se convierte en el regusto del tiempo pasado, irrecuperable.</div><div align="justify"><br />
<strong><span style="font-size: 130%;">Conclusión.</span></strong><br />
No intentamos hacer aquí apología de la marginación, todo lo contrario.<br />
La marginación de los locos, los niños y los ancianos es casi una norma de las sociedades actuales. La desnutrición llega a la villa o al geriátrico; de más está decir que también en la calle. El desprecio surge natural, cuando no la edad samaritana del que desea la conciencia limpia, o el arte sacralizador que desvía por los caminos de la poesía lo que debió ser humanidad. Sacerdotes bien intencionados hacen llagas que no denuncian cuando se producen.<br />
Esto es resultado de cierta normativa que excluye, desde los ideales de la primera infancia, la diferencia cuando no está regulada; y para pertenecer a un grupo social se debe seguir determinadas reglamentaciones. Una, es no estar loco. Son también el peligro de contagio: por algo son doctores, maestros: nadie está exento de la locura, del desmadre o del desorden. Así se termina si no se siguen las reglas. Dicho en otras palabras: “<em>Las ventanas no se dejan abiertas</em>”.<br />
La mano tendida al linyera corre el riesgo de ensuciarse, de contaminarse de inmoralidad, y es bien sabido que moralidad y limpieza, en el discurso oficial son sinónimos. Nadie da nada por el sucio, el loco, el errabundo, el extraviado.<br />
La solidaridad queda ausente.<br />
Se ha ido con los locos muertos.</div><br />
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Investigación: arq. Gustavo Fernetti. </div><div align="right">Docente de la Escuela Superior de Museología de Rosario.<br />
<em>(Incluye fotografías: Diego González Halama.)</em><br />
<em>El Vecino</em> nº 164, enero 2003, p.24-25<br />
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjreh91wMdxH8-81TsO3TZKvh4I9JQO8U4ehXD1JDiu4z9cbcZwppiMlWTP6IS6ZwbXCDI9r8MgY3JeVX_mCpb3MU6bZbZ3teLDNIGS7FQls5ilyJVmoKhS1BmVjlWBkZVOWNdnuH7kATvj/s1600/el+vecino+n%C2%BA+164.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjreh91wMdxH8-81TsO3TZKvh4I9JQO8U4ehXD1JDiu4z9cbcZwppiMlWTP6IS6ZwbXCDI9r8MgY3JeVX_mCpb3MU6bZbZ3teLDNIGS7FQls5ilyJVmoKhS1BmVjlWBkZVOWNdnuH7kATvj/s320/el+vecino+n%C2%BA+164.JPG" wt="true" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-size: x-small;"><span style="color: yellow;">(las dos fotos de Cachilo que contiene el artículo -tomadas del nº 6 de Risario-, con este epígrafe debajo:</span> <span style="color: white;">LA PRESENCIA DE CACHILO ESPANTABA A LOS COMERCIANTES, YA QUE ALEJABA A LA CLIENTELA. CASI TODOS LOS MARGINADOS DE ESTE TIPO VAN "EQUIPADOS" PARA SOBREVIVIR CON UTENSILIOS QUE CUIDAN POR AÑOS. TAL VEZ CACHILO USÓ LA MISMA LATA HASTA MORIR</span><span style="color: yellow;">)</span></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br />
</div></div>Puta Ciudadhttp://www.blogger.com/profile/01227887611681628796noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1717560640096263789.post-32087506732348837212002-08-12T20:20:00.000-07:002010-05-09T20:23:25.953-07:00DOCUMENTAL SOBRE UN POETA DE LOS MUROS<div style="text-align: justify;"><br />
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El nombre de Mario Piazza no es moneda corriente entre el público argentino. Este cineasta rosarino, premiado internacionalmente y también fronteras adentro se mueve en una zona de transparencia por los temas y los formatos que filma. Aquí en Córdoba, La Quimera estrenó <strong>La escuela de la Señorita O</strong>lga, un testimonio acerca de la metodología personal de una docente desconocida. Hoy, a las 20:30, y en el mismo cineclub (ahora radicado en Bv. San Juan 49) se estrena <strong>Cachilo, el poeta de los muros</strong>. Piazza cuenta de quién se trata:</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- <strong>¿Quién fue Cachilo, el poeta de los muros?</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Cachilo fue un señor que llevaba una vida normal, y un día decide dejar todo, el trabajo y la familia, y vivir en la calle, dedicado a inscribir su poesía en las paredes de Rosario. Eso estuvo haciendo Cachilo por más de una década, hasta que un día murió a los 64 años a causa de esa vida difícil que llevaba en la calle. Murió de intemperie, decimos nosotros. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>- ¿A qué se dedicaba antes de lanzarse a las calles?</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- En su vida previa, fue empleado de correo, cartero, telegrafista estafetero… Y también tuvo un negocio dedicado a la venta de calcomanías y banderines. Cosas muy emparentadas con lo que después decidió hacer, globalmente hablando; artes gráficas en las calles. En sus poesías murales Cachilo hacía referencia a su pasado de cartero. Hay uno, quizá el único que subsiste hoy en Rosario, que dice: “Gringo, ¡todo es feo! El poeta del correo tiene que hacerles ver que ahora es lindo”. Su obra es tan vasta que fue difícil recuperarla, pero entre varias personas han recopilado la mayoría de sus escritos y los editaron de forma independiente. Este libro se presenta, curiosamente, un par de semanas antes de la muerte de Cachilo. Uno podría especular con que sus poesías estaban hechas para estar en las paredes, y cuando se la publicó significó el fin de Cachilo. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>- ¿Cómo reaccionó la familia ante aquella decisión de Cachilo?</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No la hemos incluido en el filme. Obviamente, para ellos resultó muy traumático. Sin embargo, y esto tampoco está en el documental, la hija mayor de quien se convirtiera en Cachilo está muy contenta con este filme, porque para ella misma es una forma de recuperar a su padre, comprenderlo y curar la herida de su pérdida.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>- ¿Incluían otras consignas sus escritos?</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Diría que eran bastante sorprendentes. Se dice que él no estaba del todo bien de salud mental, pero eso medra la cualidad de originalidad que mucha gente ha reconocido en sus escritos. En el video, una escritora cuenta que el epígrafe de su libro de poemas es un escrito de Cachilo: “Puertas que abras: donde mueren las palabras quedan las letras”.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>- Cachilo parece una metáfora de la relación entre el hombre y el sistema… ¿podría serlo también de la relación entre el argentino y su patria?</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No lo tengo claro. Algún compañero me hizo esta observación, la de que es como si las circunstancias actuales nos forzaran a convertirnos en Cachilo, como si él hubiera sido un pionero. Empujados por las condiciones económicas, la poesía puede ser algo que recuperemos. </div><br />
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Ramiro Ortiz</div><div style="text-align: right;"><br />
</div><div style="text-align: right;"><em>La Voz del Interior</em>, 12/8/02</div>Puta Ciudadhttp://www.blogger.com/profile/01227887611681628796noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1717560640096263789.post-25409386116989024182001-10-04T19:58:00.000-07:002010-04-24T20:09:30.078-07:00¡CACHILO VIVE!<div style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiSeMm7y1yZeC0q86YPZTZYyOXEgk8jDlCR-Ua8JkqI3ejpxRccmCE2SyNYO3-2w-Jowu8qBFfyoh2-Pt2ClPuboi0vCj6m6ffdd6x_tMu4FDp5KMrEWG3FNn8_BfUNEdS9a3vD-Nv_pUbm/s1600/rosario+12+4-10-01.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiSeMm7y1yZeC0q86YPZTZYyOXEgk8jDlCR-Ua8JkqI3ejpxRccmCE2SyNYO3-2w-Jowu8qBFfyoh2-Pt2ClPuboi0vCj6m6ffdd6x_tMu4FDp5KMrEWG3FNn8_BfUNEdS9a3vD-Nv_pUbm/s200/rosario+12+4-10-01.jpg" tt="true" width="152" /></a></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">La grabación del video hecha por el arquitecto Bonacci el 5 de octubre de 1991 demuestra que ese día llovía en Rosario, como está lloviendo aquí en estos días de principios de 2001. Aquel video muestra los escritos que había dejado Cachilo sobre los macetones de la calle Sarmiento al 400, vereda de los impares. El día anterior, el viernes 4 de octubre de 1991, en esa misma vereda, el cuerpo de Cachilo daba su rendición final ante la reciedumbre de más de doce años de vida a la intemperie. Uno de aquellos escritos de los macetones que ya no están aparecía como su despedida consciente de la vida terrena: “CADAVER RESTO, DISCULPE SI MOLESTO”.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Los dos diarios locales del lluvioso sábado 5 de octubre de 1991 (el <strong>Rosario/12</strong> y <em>La Capital</em>) saludaban emotivamente la partida del poeta de los muros rosarinos.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Poco más de tres años después, el cineasta rosarino que aquí firma comenzó el registro de un documental sobre la figura y la obra de Cachilo, empezando urgentemente por registrar los muchos graffitis que aún resistían estoicamente el paso del tiempo. Cachilo, sin embargo, ya había sido recopilado y retratado abundantemente cuando aún vivía y estaba en plena actividad. Y entre quienes se han ocupado de Cachilo se cuentan algunos de los mejores representantes del arte y la intelectualidad rosarina.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Cachilo fue fotografiado por Norberto Puzzolo y Alejandro Lamas. Su imagen fue retratada por el pintor Gregorio Zeballos, quien a la vez se convirtió en un coleccionista de la obra de Cachilo. Le dedicaron sus versos el poeta Armando Del Fabro, el ya nombrado arquitecto Bonacci y el dibujante El Tomi, musicalizados estos dos últimos, respectivamente, por Omar Torres y Pichi De Benedictis. Los propios textos de Cachilo fueron recopilados por el actor Norberto Campos y editado por él y por los recordados Osvaldo Boglione y Mónica Calegari en un precioso librito de edición artesanal. Han escrito sobre Cachilo los periodistas/artistas Gary Vila Ortiz, Reynaldo Sietecase, Adrián Abonizio, Roberto Retamoso y Daniel Briguet. La revista <em>Risario</em>, que dirigían David Leiva y Manuel Aranda, le publicó en 1982 una entrevista de Manolo Rivadera, el descubrimiento periodístico de Cachilo. Números más adelante, Cachilo estaría la portada de <em>Risario</em> y posteriormente ocuparía un sitio honorario en el staff de la misma, como “guía espiritual”.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Si bien no todos quienes se ocuparon de Cachilo se reivindican “cachileanos”, y más allá de la noción generalizada de que algún desorden psíquico tendría que ver con la definición de su vida y su obra, es notable la coincidencia de varios de sus seguidores en la admiración de puntuales virtudes del poeta de los muros, principalmente la libertad y la dignidad. “Llegó a un lugar que otros artistas no llegaron, ni van a llegar jamás”, dice Adrián Abonizio. “Sería bárbaro si nosotros pudiéramos llevaron con nosotros nuestras herramientas como él llevaba sus instrumentos para el graffiti”, dice el actor Miguel Franchi. Daniel Briguet, sabio de la vida, le rescata a Cachilo un talento que "tal vez necesitemos muchos de los rosarinos más convencionales, para vivir si no más felizmente, por lo menos más dignamente”. El poeta Del Fabro lo refuerza: “Lo rescato plenamente como uno de los tipos más dignos que tuvo la ciudad, por saber vivir y poder vivir como él quería”. Y el poeta y periodista Gary Vila Ortiz sostiene que Cachilo sería una especie de salvavidas pera los náufragos de estos tiempos signados por la represión del poder y el desánimo generalizado de la gente. El escritor y poeta Carlos McAllister ha iniciado improbables gestiones ante el Concejo Municipal para que se declare a Cachilo “Ciudadano Ilustre post-mortem”.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">El arte mismo de Cachilo genera controversia en cuanto a su propia consideración como arte. Hay quienes no le reconocen a Cachilo un status de artista “serio”, acaso por su presencia impresentable o por valerse del “ilegítimo” recurso de la locura. Sus desconcertantes versos, infundidos de una combativa inocencia, difícilmente participen de alguna antología poética. “Es que tan injusto como sostener que Cachilo no tiene nada que ver con el mundo de los escritores”, dice el profesor Retamoso, “sería la actitud inversa de sostener que lo que Cachilo hacía es exactamente lo mismo que lo de los demás escritores”. Y define: “Cachilo es un cuestionador, alguien que de manera sesgada, oblicua, viene a poner en entredicho ideas, creencias, opiniones que se admiten comúnmente dentro de nuestra sociedad”. Miguel Franchi expresa su admiración por el arte de Cachilo: “Parecía como que entre una palabra y la siguiente había una zona de libertad y de algo aleatorio que ocurría… Ojalá pudiéramos nosotros estructurar nuestras obras con ese mismo riesgo”. El periodista y poeta Reynaldo Sientecase también lo reivindica: “Yo lo estoy valorando cada vez más. Era un trabajo poético de mucha coherencia dentro de lo que parece incoherente. Es como si Cachilo hubiese tenido un plan, que estaba llevando a cabo”. Mientras tanto, Mónica Calegari declara su “sana envidia” por las cualidades de Cachilo como artista plástico.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Pero, junto con su memoria, lo que da real dimensión a la proyección de la imagen y la obra de Cachilo es el registro de las voces de las nuevas generaciones, las de quienes no tenían edad suficiente para valorar a Cachilo en vida. “¡Qué alucinante lo que hacía este tipo!”, dijo un joven espectador de mi documental. Otro reflejo en ese sentido es la composición que hizo Gonzalo Aloras, joven músico rosarino que puso música a los versos de Cachilo y anda desconcertando a las audiencias de los recitales de Fito Páez, como integrante de su banda.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">El artista plástico Rodolfo “Mono” Saavedra vio mi video de Cachilo en su más reciente proyección, en el galpón del Centro de Expresiones Contemporáneas. Y esto le inspiró la realización de un mural dedicado a Cachilo que encontrará su lugar en la recova de Rioja y Buenos Aires, en cuanto las lluvias lo permitan. Se restituye así la presencia de Cachilo en los muros rosarinos, con lo cual se restituye una marca de identidad de esta ciudad, rindiéndosele justo homenaje a quien la dejó hace diez años.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">A este homenaje se suma la presentación de una obra de teatro de inspiración cachileana y un tributo internético desde el sitio Postales del Sur, que dirige el periodista Carlos Del Frade.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Por mayor información con respecto a todo esto, visite el sitio de Cachilo en http://pagina.de/cahilo</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">¡Cachilo vive!</div><br />
<div style="text-align: right;">Mario Piazza</div><div style="text-align: right;"><em>Rosario/12</em>, Contratapa, 4/10/01</div>Puta Ciudadhttp://www.blogger.com/profile/01227887611681628796noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1717560640096263789.post-69440652156544516101999-12-05T14:04:00.000-08:002010-05-06T20:53:25.593-07:00CACHILO EL POETA DE LOS MUROS<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br />
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhQid1Njn5DxLdgKrYcSh11B3YxfWS_n6oGqk5cwhVd1FjnJJXERGJaaJeWm0S0xnaeC_rhyphenhyphendfM142unC1cDXrq2JJdFT98O5J8gpq8yut0dC2Ap4DMW1TIA4ZkSYR9bSma1UdMms5MmID0/s1600/Alberto+Cachilo+Terrestre+PIC_0221.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhQid1Njn5DxLdgKrYcSh11B3YxfWS_n6oGqk5cwhVd1FjnJJXERGJaaJeWm0S0xnaeC_rhyphenhyphendfM142unC1cDXrq2JJdFT98O5J8gpq8yut0dC2Ap4DMW1TIA4ZkSYR9bSma1UdMms5MmID0/s400/Alberto+Cachilo+Terrestre+PIC_0221.JPG" tt="true" width="180" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br />
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</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><em><strong>Un mítico linyera de Rosario</strong> es recordado en publicaciones, videos y canciones. Un bar lleva su nombre e incluso cuenta con un site en Internet.</em></div><br />
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<div style="text-align: justify;">Higinio Alberto Maltanares, alias “Cachilo”, un linyera que deambulaba por las calles, escribiendo graffiti en las paredes, se ha convertido en un personaje mítico de la ciudad de Rosario. Vivió a la intemperie sin imaginar que después de muerto sería recordado en publicaciones, videos, páginas webs y hasta un bar.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Nació en 1927, estudió en una escuela del barrio Moderno de Rosario, y se empleó en el Correo, donde trabajó durante varios años, hasta que puso una librería. Sus ex compañeros lo definen como “un hombre muy culto, filósofo y un verdadero dandy con las mujeres”. Todo cambió cuando se separó de su mujer y dejó sus cuatro hijos. “Después del ’70, me fui a recorrer el mundo porái… Pero siempre solo, siempre solitario”, dijo en 1982 en la desaparecida revista <em>Risario</em>. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">En Buenos Aires empezó a trabajar en publicidad. Pero un desengaño amoroso lo habría hecho volver a Rosario a transitar “la vida de viejo”, como le gustaba decir. Se quedó en la calle con lo mínimo: una gorra, zapatones agujereados, un palo como bastón y un bidón lleno de té “para pasar esa comida que te dan por ahí”. Fue entonces cuando decidió apodarse Cachilo, como “una especie de pájaros con barbita que andan por acá”.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Lector de poesía, empezó a escribir graffiti (ver recuadro) en los que mezclaba impresiones personales con ironías y cuestionamientos a lo establecido por la sociedad. “Cadáver resto disculpen si molesto”, fue lo último que dejó en un macetero ubicado frente al Instituto de Previsión Municipal en la misma vereda donde murió en 1991.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">El cafetero Charly (Joaquín Armando Orieta, 44 años), que ahora cuida coches y abre puertas de los taxis en el Centro Cultural Bernardino Rivadavia, fue uno de los que compartió sus últimos días. Lo recuerda como “un tipo pacífico al que le gustaba charlar. No era un loco, sino un hombre muy inteligente y educado”.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">El mito de Cachilo comenzó después de su muerte. En vida era el típico croto, que resultaba molesto. “Siempre lo echaba”, comenta Martín, dueño de un local ubicado en Alvear y Urquiza. Ahora en ese lugar funciona un bar. “Cuando lo instalamos, mi socio y yo quisimos ponerle un nombre que representara a la ciudad, y se nos ocurrió Cachilo, dice uno de sus dueños. En la página de Internet (www.paisvirtual.com/arte/grafitis/cachilo) es un personaje de historietas que publica el diario rosarino <em>La Capital</em>. Le han dedicado canciones como “Oda para Cachilo” de Omar Torres y Mario Bonaci, “Escritor de paredes” de El Tomi y Pichi De Benedictis, y “Trola Coca Cola”, de Gonzalo Aloras. La revista <em>Risario</em>, que contaba con las principales firmas del quehacer cultural rosarino a principios de los ’80, lo tenía como “asesor espiritual”. Su historia quedó reflejada en recopilaciones de Norberto Campos; reportajes, fotografías y hasta un poema con sus propios textos, escrito por Graciela Carriell. ¿Por qué tantos homenajes para un linyera? “Rosario era muy pacata y poco permeable a las expresiones artísticas –opina el escritor rosarino Roberto Retamoso-. Por eso un tipo como Cachilo adquirió un significado especial para buena parte de la población”. Para Mario Piazza, creador del cortometraje <em>Cachilo, el poeta de los muros</em>, el linyera es un emblema de cuestionamiento social al modelo de éxito imperante en la sociedad de fin de siglo. “Con las dificultades que tuve para conseguir apoyo oficial a la hora de producir el video sobre su vida –afirma- rescaté su concepto de dignidad y no me sometí al autoritarismo de los funcionarios culturales”.</div><div style="text-align: justify;"><br />
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</div><div style="text-align: right;">Sergio Roulier</div><div style="text-align: right;">Fotos Norberto Puzzolo y Patricia Piñeyro</div><div style="text-align: right;"><br />
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</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhPncxYAEZ2tjZjscIMpvFsJU3LhSCv8qmQ_Es1-0X47sf9BkF3gkBRzu8_QPntNjpALk-qWmu3RZqW-7ypKtNH6SWEyTV4aHCakBKOwvPsSo3kUoTE6n9dh1xFACEtRW4ntXvGsjvnOjRn/s1600/nueva+5-12-99+completo.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhPncxYAEZ2tjZjscIMpvFsJU3LhSCv8qmQ_Es1-0X47sf9BkF3gkBRzu8_QPntNjpALk-qWmu3RZqW-7ypKtNH6SWEyTV4aHCakBKOwvPsSo3kUoTE6n9dh1xFACEtRW4ntXvGsjvnOjRn/s320/nueva+5-12-99+completo.JPG" width="320" wt="true" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br />
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</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiABpl4JAVEFIBwTnMAnKjQ1PbUNPd6i8g4bFovlsmYXoBJc2oW4hXYNv6oUhkrwPi9VkbWWB_ddY9nAU12lRexNY2cK25iWujM_CuR4NW6pTjrabhYgMN8RootQCxiR-WoyQo_zbzJ0eu_/s1600/nueva+5-12-99+bar-manuel-grafiti.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="203" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiABpl4JAVEFIBwTnMAnKjQ1PbUNPd6i8g4bFovlsmYXoBJc2oW4hXYNv6oUhkrwPi9VkbWWB_ddY9nAU12lRexNY2cK25iWujM_CuR4NW6pTjrabhYgMN8RootQCxiR-WoyQo_zbzJ0eu_/s400/nueva+5-12-99+bar-manuel-grafiti.JPG" tt="true" width="400" /></a></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><br />
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</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhMBjq7Z28h1mOoPzCYs1Sj1mKfPuzzWGJevF3krLz2ZSxEg0kLX8XyjfcAk9AAyc6XmaZoJ1fWTp30gCvYzERt1Flth0MpQrjH6qZ8EVLxxGH2ybYNEVuKKU6kY3SJ_gLnQsCS4Dwiy3NU/s1600/nueva+5-12-99+Cachilo+bar.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="156" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhMBjq7Z28h1mOoPzCYs1Sj1mKfPuzzWGJevF3krLz2ZSxEg0kLX8XyjfcAk9AAyc6XmaZoJ1fWTp30gCvYzERt1Flth0MpQrjH6qZ8EVLxxGH2ybYNEVuKKU6kY3SJ_gLnQsCS4Dwiy3NU/s400/nueva+5-12-99+Cachilo+bar.JPG" tt="true" width="400" /></a></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjPRk3YhWAs-W1XkavVDhBxeHiLFL1G97VYF6DqRJhnQAnlheaLGoU_VOI3i_QQqg_gdH-rv7D3LbCfffhOkcHX4tvouY5Q995hClQhRqoVJsgK0-XCy13FfU4Qi8pCx3Mq_XIRzSPosMh_/s1600/nueva+5-12-99+manuel.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="157" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjPRk3YhWAs-W1XkavVDhBxeHiLFL1G97VYF6DqRJhnQAnlheaLGoU_VOI3i_QQqg_gdH-rv7D3LbCfffhOkcHX4tvouY5Q995hClQhRqoVJsgK0-XCy13FfU4Qi8pCx3Mq_XIRzSPosMh_/s320/nueva+5-12-99+manuel.JPG" tt="true" width="320" /></a></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: center;"><br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: right;">Revista <em>Nueva</em>, 5/12/1999, p.34-35.</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: right;"><br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: right;"><br />
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</div>Puta Ciudadhttp://www.blogger.com/profile/01227887611681628796noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-1717560640096263789.post-25134099958088577001999-10-04T22:34:00.000-07:002010-04-24T23:08:50.357-07:00CACHILO VIVE<div style="text-align: justify;"><br />
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgA1BkeybPGTuBbmmI6j2keSnU1fUcbZxHGXfMITHyYw9-IDN14c1vd5hDrqrfyrphT2Gpl5BDUY88oO5VAxQTfEeFP4cR0FYSzP1AFM7GZKxqc8wNEA99saTf2cIpQIxVLM0OV_RwIu7gG/s1600/rosario+12+4-10-99+fotocop+de+foto.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgA1BkeybPGTuBbmmI6j2keSnU1fUcbZxHGXfMITHyYw9-IDN14c1vd5hDrqrfyrphT2Gpl5BDUY88oO5VAxQTfEeFP4cR0FYSzP1AFM7GZKxqc8wNEA99saTf2cIpQIxVLM0OV_RwIu7gG/s320/rosario+12+4-10-99+fotocop+de+foto.jpg" tt="true" width="214" /></a></div><br />
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</div><div style="text-align: justify;">Hay una secuencia en <em>Cachilo, el poeta de los muros</em> en que los testimoniantes hacen gala de creatividad en el uso de metáforas y eufemismos al referirse a la salud mental de Cachilo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">“Se le habrá roto un cable que lo conectaba a determinadas cosas y decidió conectar ese cable a la nada…”, dice Adrián Abonizio.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">“Algo le hizo truc” dice Mónica Calegari, que unas secuencias antes había manifestado su “sana envidia” por las altas cualidades de Cachilo como artista plástico.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">“Yo creo que los tipos que realmente se rayan son los más sensibles”, dice Manuel Aranda, que –hombre sensible él mismo- tuvo también sus tropiezos, que no son caída. “De pronto la realidad se vuelve inmanejable para ellos”, abunda, “y… (chasquea los dedos) pasan a otro lado, a otro estadio de la cosa”.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Cachilo es mucho más directo en el uso de las palabras, a través de uno de sus escritos murales: SAN CONO/LA BORRACHERA SE PASA/LA LOCURA NO.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">A diferencia de otros conocidos casos, Cachilo no era un artista reconocido antes de su giro iniciático, antes de que algo le hiciera “truc”. “Yo notaba que no era… de nosotros, del montón”, recuerda Oscar Cuesta, antiguo compañero de trabajo del que devendría en Cachilo, “no era del montón, digamos, normal…”.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Cachilo nació de Higinio cuando Higinio murió, asediado por las restricciones de una sofocante normalidad. Cachilo dice que fue en Buenos Aires que le cambiaron la vida, que le rompieron sus documentos (su identidad) y que le dijeron “ahora te llamás Albert Croto”. En Buenos Aires, centro de la tensión y del poder, espejo cruel en el que se ha mirado siempre Rosario. Y regresó a Rosario Higinio convertido en Albert Croto a fines de los setenta, para convertirse aquí en Cachilo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Cachilo, nombre de pájaro elegido por el mismo “poeta de los muros” por lo que tienen esos pájaros de cantores, de errantes y de libres.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Tanto admiración como rechazo suscitó Cachilo entre los rosarinos. “Échelo y tire Gamexane”, dice Gilberto Krass que le dijo una señora que entraba a su galería de arte, en cuya vereda descansaba Cachilo. Para algunos resultaba Cachilo de una imagen impresentable, como seña particular cuando es una cicatriz y hay que ocultarla. Para algunos Cachilo no era un artista serio.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Para los de la vereda de enfrente, Cachilo era un artista y a la vez la obra de arte, prolongada en las obras que suscitó de parte de numerosos artistas rosarinos.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">En las canciones varias que los músicos le han dedicado, en la inspiración que su imagen ha dado a los retratos que han hecho artistas plásticos y fotógrafos, en su importante figuración en la revista <em>Risario</em>, primero en una extensa entrevista, luego en su portada, más tarde como personaje de historieta y finalmente como honorario guía espiritual del staff editorial. En todas estas expresiones subyace una reivindicación de Cachilo, su imagen y su obra, que en algunos casos llega a una abierta admiración no exenta de cierto miedo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">El profesor Roberto Retamoso fue prologuista de <em>Cachilo</em>, en un pequeño y legendario libro de recopilación editado en forma independiente por Osvaldo Boglione, Mónica Calegari y Norberto Campos, en 1991, poco antes de la muerte de Cachilo. Retamoso señala que tan impropio como sostener que Cachilo no tenía nada que ver con el mundo de los escritores sería la actitud inversa de sostener que lo que Cachilo hacía es exactamente lo mismo que los demás escritores. “Es justamente a través del discurso de la locura –dice el profesor Retamoso- que Cachilo logra manifestar diversas cuestiones que los discursos convencionales no puede expresar”.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">El músico y escritor Adrián Abonizio declara una enorme admiración por él. “Yo veía que él tenía la libertad o la locura que nosotros no teníamos. Llegó a un lugar que otros artistas no llegaron, ni van a llegar jamás.” Adrián confiesa además que Cachilo le ha inspirado tanto respecto como miedo: miedo a la locura y a la libertad, justamente las virtudes que había declarado envidiarle.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">La escritora Graciela Cariello incluye en su poema “Letras” dos epígrafes. Uno es una cita de Mallarmé, el otro es un texto de Cachilo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">El cuida-coches “Charly” Orieta dice que Cachilo tenía un título de filósofo y que por eso tenía esa facilidad de escribir cosas verídicas.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">El galerista Krass recuerda que una vez Cachilo le dijo: “¿Sabés por qué la gente se vuelve vieja?” Y que él mismo respondió: “Es por el tiempo que pasa”.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">El periodista “Pato” Mauro cuenta que Cachilo le confió: “Yo estoy tratando de que todos los petisos se vengan a sentar acá conmigo y nos juntemos, porque tenemos que unirnos contra los gigantes”.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">El actor Miguel Franchi también manifiesta su admiración por el arte de Cachilo (“parecía como que entre una palabra y la siguiente había una zona de libertad y de algo aleatorio que ocurría, y seguía la palabra que sigue… Ojalá nosotros pudiéramos estructurar nuestras obras con ese mismo vértigo”).</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Norberto campos es destacado actor y director teatral y ha sido recopilador de los textos de Cachilo. Norberto reivindica a Cachilo como poeta en un sentido amplio, “con todo lo que tiene de molesto, de inquietante, de revulsivo, pero a la vez de revelador un poeta”. Preguntado si él seguiría los pasos de Cachilo, Norberto dice: “Yo no podría, soy un pequeño burgués, que le viá’ cer…”. La imagen de Norberto no es precisamente la del arquetipo del pequeño burgués. Pero claro, es enorme la distancia con la intemperie que estoicamente sobrellevaba Cachilo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Un concepto reiterado en los distintos testimonios sobre Cachilo ha sido el de la dignidad. El poeta Armando Del Fabro lo rescata a Cachilo como “uno de los tipos más dignos que tuvo la ciudad, por saber vivir y poder vivir como él quería”.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Daniel Briguet, respetado periodista y estudioso de los medios y de los mitos, recuerda el costado humano y dramático que hay en el personaje Cachilo, “el que él mismo tradujo, con su particular genio, a un lenguaje humorístico, absurdo, disparatado,…”. Y concluye: “Tal vez de ese talento necesitemos muchos de los ciudadanos, de los rosarinos más convencionales, para vivir sino más felizmente, por lo menos más dignamente”.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">El periodista y poeta Gary Vila Ortiz señala con desencanto que hay una dignidad del hombre frente al hombre que se ha perdido. Y reivindica a Cachilo al sostener que él no la hubiera perdido.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Tal vez un poco de locura se manifiesta en cada uno de nosotros, cuando no conocemos las razones profundas que nos llevan a hacer lo que hacemos. Como el poeta Mac Allister acudiendo al Concejo Municipal con gruesos expedientes para proponer a Cachilo como ciudadano ilustre –post-mortem- de Rosario. O como la que movió al que aquí escribe a dedicar cuatro años y medio a rastrear las huellas de Cachilo y armar un video y un sitio web sobre él (http://pagina.de/cachilo).</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Quizás Cachilo sea emblemático de esta ciudad porque esta ciudad también tenga algo de locura, y por su incierto origen y su incierto destino, ciudad mediana que no es capital de nada, ni de la provincia ni del país.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">“Ríase, ser rosarino ya es un chiste del destino”, decía el slogan de la revista Risario, lograda síntesis expresiva del perfil humorístico de la publicación y de lo que significa ser habitante de esa ciudad.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">En la noche del estreno de <em>Cachilo, el poeta de los muros</em>, en un desbordado Centro Cultural Parque de España el 28 de mayo pasado, me dirigía al escenario para presentar la proyección cuando me interceptaron unos periodistas de Canal 5, y apuntándome una cámara y un micrófono me espetaron una pregunta que me desconcertó: “¿Existe una Cachilomanía?” En una fracción de segundo pensé que esa pregunta estaba un poco desacertada y una fracción de segundo después pensé que si tenía algún sentido o justificación era por la numerosa concurrencia allí reunida y el fervor que se percibía en el ambiente, y me surgió responder, como si lo hubiera pensado antes, que más bien ocurría que la imagen de Cachilo se presentaba como la contraposición del modelo de éxito que han tratado de vendernos (y que en buena medida lo han logrado). Cachilo es la lucha, la persistencia, lo contrario del oportunismo y el escalamiento furtivo. Eso está entre lo más admirado de Cachilo: su enorme tesón puesto en una actividad que no le daría ni mayor prosperidad ni mayor status social, en un contexto en que aparece como cada vez más desaforada la carrera en ese sentido.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: right;">Mario Piazza</div><div style="text-align: right;"><em>Rosario/12</em>, Contratapa, 4/10/99, p.8</div><div style="text-align: right;"><br />
</div><div style="text-align: right;"><br />
</div><div style="text-align: right;"></div>Puta Ciudadhttp://www.blogger.com/profile/01227887611681628796noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1717560640096263789.post-2494471899477460341999-06-09T20:54:00.000-07:002010-04-24T21:25:32.052-07:00FANÁTICOS DE LA NECROLATRÍA<div style="text-align: justify;"><br />
<br />
"Eh, oiga" me espetó a boca de jarro el outsider de la cortada Zabala, la de la parrillita, "¿No le parece exagerado, oportunista y melancólico agarrársela con los muertos-mitos-muertos?"</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">"Y... sí", le contesté al tiempo que me alejaba raudamente dejando una estela de azufre, mientras matizaba mis fúnebres pensamientos con un alegre madrigal del siglo XVI. Tiene razón mi outsider personal. Al pobre poeta Aragón, en una mañana de Miércoles de Ceniza, alguien lo cubrió con una alfombra que hurtó (hurto: sin violencia; robo: con violencia) de quién sabe cuál sacristía, para que el Rey Momo vernáculo no sintiese frío, durmiendo en un umbral de la zona de Pichincha.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">A Cachilo nadie se le acercaba ya que olía como un jabalí en estado de infrecuente desaseo. Hoy muchos se hacen dueños del héroe, como reza el título de un libro cuyo autor he olvidado.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">A Olmedo la "intelligentzia" de la época, dentro de la cual yo militaba (y éramos muchos), considerábamos su humor cercano al de los bufos circenses (con perdón de...).</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">A Pataqueno, mi papá, a la sazón asesor litúrgico del Colegio Sagrado Corazón, le permitía dormir en el atrio de la capilla, por las noches, no sin antes alcanzarle una sopa caliente, exponiéndose a la lógica reprimenda del hermano Leopoldo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Por eso, cuando hoy menudean los homenajes multitudinarios, fogoneados por quienes tal vez dejándose llevar por lo sensorial homenajean post mortem a personajes que en vida, solos y como dice el tango "arrastraron por este mundo la vergüenza de haber sido... y ya no ser", convirtiéndose en héroes urbanos, coincido con mi amigo el outsider y agrego como decía el gran Bertolt (Brecht): "Desgraciados los pueblos que necesitan héroes".</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">A propósito, éste, hombres sabios ¿es también un homenaje?</div><br />
<div align="right"><br />
</div><div style="text-align: right;">Silvio M. Valli </div><div style="text-align: right;"><em>La Capital</em>, Suplemento Escenario, 9/6/99 </div> <br />
<br />
<br />
<br />
<div style="text-align: center;"><em><span style="font-size: x-small;">[Este artículo aparece reproducido en RosariARTE (</span></em><a href="http://www.rosariarte.com.ar/cachilo/comentarios.htm"><span style="font-size: x-small;">http://www.rosariarte.com.ar/cachilo/comentarios.htm</span></a><span style="font-size: x-small;"><em>) </em><em>seguido de una serie de respuestas adversas]</em></span> </div><div style="text-align: center;"><em><span style="font-size: x-small;"></span></em> </div><div style="text-align: center;"><em><span style="font-size: x-small;"></span></em> </div>Puta Ciudadhttp://www.blogger.com/profile/01227887611681628796noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1717560640096263789.post-27833786511369040891999-05-02T13:29:00.000-07:002010-05-01T16:09:16.815-07:00"UN LIBRO SIEMPRE HABLA CON VOZ DEL LIRIO"<div style="text-align: center;"><em><strong>Antología de escritos del “poeta de los muros”, en un nuevo aniversario de su nacimiento</strong></em><br />
<br />
<br />
<div style="text-align: center;">En 1991, se publicó una recopilación de graffitis del vagabundo más famoso de la ciudad. Aquí se ofrece una selección</div><br />
</div><div style="text-align: center;"><em> La Capital</em>, Cultura </div><div style="text-align: center;">Rosario, 2/5/99, p. 4 y 5</div><div style="text-align: center;"><em>Reproduce textos de Cachilo y la entrevista de Manolo Rivadera.</em></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhuLnUZu5jh69QZ9XecREo49CwLVIU3A_qi0oxhjZ9XJnbMbua4UPtYdPhqNMrlTmaN3crPQufyyyufdusVRa_nPdjxjEbczlSbu7pGzIcCGBfjkZMlQZO5oVUobHI9dWgF4-_PokbnUAHz/s1600/LA+CAPITAL+2-5-99-2.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhuLnUZu5jh69QZ9XecREo49CwLVIU3A_qi0oxhjZ9XJnbMbua4UPtYdPhqNMrlTmaN3crPQufyyyufdusVRa_nPdjxjEbczlSbu7pGzIcCGBfjkZMlQZO5oVUobHI9dWgF4-_PokbnUAHz/s400/LA+CAPITAL+2-5-99-2.JPG" width="400" wt="true" /></a></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgQdugIaJNiwVAAeNgwrLhh2yG_3iAtOKcmX5lSol8LT28PnLDDmLIbv7iO7iuzH-yuvlWvTEabz2JSNCg5vOdQKgBvhtIKSM1_o0ccW7lPFFn8oYEvQiwsv0ZL9bbL6UfpQdHJ1atBl13q/s1600/la+capital+2-5-99.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgQdugIaJNiwVAAeNgwrLhh2yG_3iAtOKcmX5lSol8LT28PnLDDmLIbv7iO7iuzH-yuvlWvTEabz2JSNCg5vOdQKgBvhtIKSM1_o0ccW7lPFFn8oYEvQiwsv0ZL9bbL6UfpQdHJ1atBl13q/s320/la+capital+2-5-99.JPG" wt="true" /></a></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
DATOS PARA UNA BIOGRAFÍA<br />
<br />
<br />
<br />
<div style="text-align: justify;">Según los datos recogidos por Mario Piazza, antes de entregarse a la vida vagabunda Cachilo trabajó como empleado del Correo. También había tenido un negocio de librería y prosperado con la venta de calcomanías y banderines. En septiembre de 1991, Norberto Campos, Mónica Calegari y Osvaldo Boglione publicaron artesanalmente una recopilación de sus escritos murales, presentada en la Escuela Municipal de Artes Plásticas Manuel Musto. Quince días después, el 4 de octubre de 1991, murió en la vereda del instituto de Previsión Social (Sarmiento al 400). Existen además una filmación en Súper 8 realizada por Alejandro Lamas y una más reciente grabación de video efectuada por José Luis Seguí, en la que se ve y se oye a Cachilo mientras hace su trabajo en las paredes de la ciudad.</div><br />
<br />
<div style="text-align: right;"><em>La Capital</em>, Cultura, 2/5/99 p.5 (recuadro).</div><br />
<br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiQvvHAQxto8-OwAcLh2NrFDwDXi23uGzYNd71d53tIa_Mzjw1DQRHNm0aAkmnJWcSGKXaZtRJDR3C3-NBgMmbx8fY2BZKjC4eTQ8Cr_FnaI688HHfLHGHMPFiIDZP29DopPjX7wNprzhpc/s1600/la+capital+2-5-99+entrevista+risario.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiQvvHAQxto8-OwAcLh2NrFDwDXi23uGzYNd71d53tIa_Mzjw1DQRHNm0aAkmnJWcSGKXaZtRJDR3C3-NBgMmbx8fY2BZKjC4eTQ8Cr_FnaI688HHfLHGHMPFiIDZP29DopPjX7wNprzhpc/s320/la+capital+2-5-99+entrevista+risario.JPG" width="320" wt="true" /></a></div><div style="text-align: center;"><br />
<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhcSSBZ8mTP2mbFzxjDTKdE17BeEh72d0478VKQtq47JC1UEhZy1N-0Wu1yB3UeMYljmIwKrtvv76V_PbXjLAalYvLYcjFP0zMSAKs1alh3H3FqWOIwbwzHKjLGxqQv2p5VDDFYnpOXBDyZ/s1600/la+capital+2-5-99+foto.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhcSSBZ8mTP2mbFzxjDTKdE17BeEh72d0478VKQtq47JC1UEhZy1N-0Wu1yB3UeMYljmIwKrtvv76V_PbXjLAalYvLYcjFP0zMSAKs1alh3H3FqWOIwbwzHKjLGxqQv2p5VDDFYnpOXBDyZ/s400/la+capital+2-5-99+foto.JPG" width="285" wt="true" /></a></div><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div>Puta Ciudadhttp://www.blogger.com/profile/01227887611681628796noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1717560640096263789.post-74864378401157188391999-04-30T12:58:00.000-07:002010-04-05T18:36:17.333-07:00EL NACIMIENTO DE CACHILO<div align="justify"></div><div align="justify"> </div><div align="justify"><br />El decía que había nacido el primero de mayo de 1927. La partida de nacimiento dice que fue el 30 de abril. Nobleza obliga, uno tiene el deber de creerle más a Cachilo que a un pedazo de papel.<br />Fue uno de los protagonistas de la vida rosarina. Un personaje popular. Uno de esos mitos que muchos califican de “baratos” sin saber qué dicen o tal vez porque suponen que esta ciudad es una ciudad de segunda, o de cuarta, y entonces los mitos están a su altura.<br />Nos encontramos en la vereda de enfrente, del lado soleado de la calle. Se nos da por pensar que Rosario es como Nueva York o París, o Londres, o Barcelona, o Berlín, y sentimos que nuestros mitos son queribles a fondo. Cachilo, Pataqueno, Rita “La Salvaje”, el Poeta Aragón, el Vendedor de Plumeros.., todos nombres que ponen de muy mal humor a los exquisitos.<br />En fin, lo cierto es que Cachilo hubiera cumplido 72 años, pero se murió a los 64 y no tuvo tiempo de poner sus poemas en todos los muros de la ciudad. Lástima grande.<br />Por suerte, en la misma vereda se encuentra Mario Piazza, un tipo parco en palabras pero que sabe bien lo que dice cuando toma su cámara de video y filma. Una prueba, lo que hizo con las hermanas Cossettini. Otra, el documental sobre Cachilo que será presentado el próximo 28 de mayo en el Centro Cultural Parque de España. En tanto Gregorio Zeballos, para la misma fecha prepara una muestra de pinturas en el Centro Cultural Bernardino Rivadavia, en homenaje a este ilustre ciruja.<br />Alguien puede decir que la distancia que hay entre las maestras Olga y Leticia Cossettini, y el linyera Cachilo, es inmensa. Lo es, pero para quienes sólo ven la superficie de las cosas. Una ciudad que tenía a Cachilo, también debía ser dueña de esas hermanas, fervientes devotas de la educación y que fueron una lección de lo que debía ser el magisterio. De la misma manera que una ciudad en la que nació el Che Guevara, debe tener algún botarate que se enoje al escuchar su nombre y que le tenga miedo al humo de un cigarro de hoja.<br />Cachilo, poeta de los muros. Mario Piazza lo salvará del olvido al que son tan proclives los rosarinos, que niegan a Cachilo, pero al mismo tiempo no tienen la menor idea de quién fue Musto, qué calidad poseían los poemas de Diógenes Hernández, qué secreto misterio encerraba la pintura de Ludueña.<br />Siempre habrá alguien que haga convivir en el mismo territorio los opuestos de una ciudad grande que necesita de todos para terminar de armar ese rompecabezas que nunca termina de tomar forma.<br /><br /></div><div align="right"><br />Gary Vila Ortiz</div><div align="right"><br /><em>Rosario/12</em>, 30/4/1999, p. 6</div><div align="right"> </div>Puta Ciudadhttp://www.blogger.com/profile/01227887611681628796noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1717560640096263789.post-30540009766621962661996-10-04T12:55:00.000-07:002010-04-25T10:25:04.963-07:00EL ILUSTRE CACHILO<div align="justify"><br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgvEUolsV5dh9uKYNyhaCCpiauzTFVNfmrKNiLjSapWy88rlnQjTKlOk0sNTFXbH24_O5fB438n0hp3FvHwtd_UHMDuGB16FylmUHlu5vrmujdC5YUIK4u90fputQkrqOCLXLhvQHZNiRDe/s1600/risario+n%C2%BA+6+lamas+1.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgvEUolsV5dh9uKYNyhaCCpiauzTFVNfmrKNiLjSapWy88rlnQjTKlOk0sNTFXbH24_O5fB438n0hp3FvHwtd_UHMDuGB16FylmUHlu5vrmujdC5YUIK4u90fputQkrqOCLXLhvQHZNiRDe/s400/risario+n%C2%BA+6+lamas+1.JPG" width="205" wt="true" /></a></div><br />
</div><div align="justify"><br />
Posiblemente, amigo lector, usted desconozca que hoy viernes se cumple un nuevo aniversario de la muerte de Cachilo, el venerable vagabundo rosarino. Y es, justamente, para evitar este tipo de enojosos desconocimientos (u olvidos) que la Peña La Herradura (entidad sin fines de lucro) ha decidido elevar al Concejo Municipal una emotiva propuesta para que Higinio Maltanares (más conocido como Cachilo) sea declarado, de una vez por todas, Ciudadano Ilustre de Rosario.<br />
Sin duda alguna, el devenir de los acontecimientos mundiales ha ido forjando, cincelando y propiciando esta oportunidad. Nos ocupábamos días atrás, en esta misma columna, del Primer Simposio Internacional de Crotos en Mar del Plata, evento para nada casual, se nos ocurre, en estas épocas de desempleo masivo y marginalidad creciente.<br />
Y acá mismo en Rosario, no hace mucho, el Grupo Laboratorio de Teatro El Rayo Misterioso había puesto ya en escena la obra <em>Cirujas</em>, exaltando la importancia de tan noble oficio en nuestra vida cotidiana. Como acentuando la impresión de que esta figura del pordiosero menesteroso ha venido a reemplazar largamente en la pirámide social al del perimido y enjundioso yuppie, ninguno de nosotros habrá olvidado, por supuesto, la parrillada de gato ofrecida a la televisión mundial desde la estación terrena de la Tablada en épocas no muy lejanas.<br />
Todo esto abona el terreno para que nuestro “poeta en tránsito”, Cachilo, tenga pronto un monumento que recuerde su obra y exalte su figura (admitámoslo) poco épica. Y es, precisamente, un monumento, otra de las propuestas que incluye la petición formal de la Peña La Herradura, con justificada enjundia. “La Peña La Herradura –notifica un vibrante Carlos Mac Allister, miembro fundador y ex marcador lateral de Boca- es una Orden que viene de los albores de la caballería romántica. Se la considera, incluso, anterior a la caballería misma, ya que la herradura fue en sus principios el resultado de un examen final que se les tomaba a los herreros, quienes debían doblar un fierro sin fines establecidos”.<br />
Fue, después, el Rey Arturo quien decidió que algo debía hacerse con estos tornados hierros y los adosó a los vasos de los corceles, con el éxito por todos conocidos. Es desde entonces que nosotros hallamos el real valor de las cosas, en apariencia triviales, como los grafittis, y su conservación, los que desvela al doctor Nicanor D’ Elía, pensador, filósofo, maratonista y presidente de la peña. “Alguno de ellos –explica- como el escrito en Sarmiento al 300, sugestivamente cerca de PAMI I, dice así: ‘Cadáver/resto/disculpen si molesto’. Y configura una verdadera pintura rupestre de incalculable valor histórico. Nuestro anhelo es que la Municipalidad preserve esos escritos, los destaque con alguna placa recordatoria o bien los resalte con un marcador amarillo flúo”-<br />
Por lo tanto, amigos lectores, ahora sólo resta esperar que el Honorable Concejo se expida y apruebe la moción brindándole a Cachilo el reconocimiento que se merece.<br />
¡Qué tanto!</div><div align="right"><br />
Roberto Fontanarrosa</div><div align="right"><br />
<em>Rosario/12</em>, 4/10/1996, p.8.</div><div align="right"></div>Puta Ciudadhttp://www.blogger.com/profile/01227887611681628796noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1717560640096263789.post-12751000398893853381996-08-05T12:07:00.000-07:002010-04-26T12:24:28.864-07:00PROPUESTA PARA LA DECLARACIÓN DE CIUDADANO ILUSTRE<div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>CADÁVER, RESTO, DISCULPEN SI MOLESTO (*)</strong></div><div style="text-align: center;"></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;">Cachilo marcha solo</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;">amasando baldosas con sus pies.</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;">Eleva su vista al cielo</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;">y una estrella le envía alguna guiñada,</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;">Pero al revés.</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;">Otras veces mira altivo al sol</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;">y observa , observa al su alrededor.</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;">Puede padecer hambre, tener sed</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;">que para el es lo mismo,</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;">guerrero que yace sin su piel.</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;">¿Qué le brinda esta religión</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;">–sin la liturgia de la misa-</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;">antes de optar por su propio existir?</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Puertas que abras</strong></div><div style="text-align: center;"><strong><br />
</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>donde mueren las palabras</strong></div><div style="text-align: center;"><strong><br />
</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>empiezan las letras(*)</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;">Aspira y aspira aire</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;">buscando una mezquina libertad </div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;">más allá de la humana jerarquía,</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;">en la casta realeza del derroche de valor,</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;">vuelto el padecimiento días de rosas y vino.</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;">Y cuando sus dedos esgrimen la tiza</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;">escribe, con áureas de arco iris marginal, </div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;">lo que tan poco se atreven:</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;">la síntesis de la decadencia </div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;">por el poeta mártir de una Nueva Causa,</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;">tan solo porque sus manos</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;">viven, sufren y mueren</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;">herrumbradas de silencios.</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Aquí está la bandera idolatrada</strong></div><div style="text-align: center;"><strong><br />
</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>regalada(*)</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;">Y, sin embargo,</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;">hete aquí tanta riqueza </div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;">aun brotada del fondo de la nada</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;">y que no por eso deja de adquirir </div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;">la más alta calidad humana.</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Cadáver</strong></div><div style="text-align: center;"><strong><br />
</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>resto</strong></div><div style="text-align: center;"><strong><br />
</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>disculpen si molesto(*)</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong> Carlos MAC ALLISTER</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;">(*)Alberto Cachilo(Graffittis)</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Cachilo </strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;">Un águila en tu mirada</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;">hecha de trazo, cal y tapia </div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;">Nadie supo como ni cuando,</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;">tus alas se te han quebrado </div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;">-te han quebrado, o te quebraste,</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;">pero no es esto lo importante-.</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;">Del mundo te fuiste antes </div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;">y a la vez, nunca te has ido.</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;">Pueblo más verso en tu vuelo,</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;">gran demócrata, Cachilo,</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;">tu espíritu hoy se extiende.</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Cachilo</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;">La vida es sueño –Calderón lo dijo-</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;">Pero es más, mucho más, si bien se advierte...</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;">Algo como un poema, como un hijo, </div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;">como un árbol, que vence a la muerte</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;">y prolongan el ser... </div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;">Todo un prolijo</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;">himno de amor, que a la materia inerte</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;">da movimiento y que el Señor bendijo</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;">para que en otra dimensión despierte.</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;">Los hombres van forjado de esta guisa su </div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;">existencia inmortal,</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;">y tu lo hiciste</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;">renunciado a lo fútil y a la prisa.</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;">Orgullo de ser pobre con estilo,</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;">viviendo a la intemperie y nunca triste...</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;">Mi homenaje te rindo así... Cachilo... </div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>J. Bernardo ITURRASPE</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>POEMAS POR ENCARGO</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;">a Cachilo</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;">Un hombre desgreñado sucio mal vestido</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;">duerme en los umbrales entre cajas de cartón y</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;">sueña caminando, con sus tizas de colores</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;">escribe paredes veredas puertas viejas </div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;">escribe textos nunca escritos, escribe</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;">los sueños entre cajas de cartón escribe</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;">en los umbrales mientras sueña</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;">escribe textos que leen otras gentes textos</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;">con sus tizas</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;">los sueños que la gente</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;">perdiera en los umbrales.</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Reynaldo URIBE</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;">planeando por tus paredes</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;">Polvo, cáscaras, tus huesos,</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;">cumbre alta y cielo, en tu vuelo.</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Juan Carlos SCHINDLER</strong></div>Puta Ciudadhttp://www.blogger.com/profile/01227887611681628796noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1717560640096263789.post-33144712547202521601996-08-05T11:29:00.000-07:002010-04-26T12:45:00.351-07:00Petitorio<strong>PEÑA</strong> ‘<em>’La Herradura’’</em><br />
<strong>CLUB CULTUREL</strong> <em>‘’Fer a Cheval’’</em><br />
ENTIDAD CULTURAL SIN FINES DE LUCRO<br />
CORPORACIÓN SANS FINALITE DU PROFIT<br />
<br />
<br />
Al Señor Presidente<br />
Del H. Concejo Municipal<br />
D.Osvaldo Mattana<br />
SU DESPACHO.<br />
<br />
<div style="text-align: right;">Rosario 5 de Agosto de 1996.</div>De nuestra consideración:<br />
<br />
<br />
Tenemos el agrado de dirigirnos a Ud. –en nombre y representación de la Asamblea de la Peña ‘’La Herradura’’, entidad cultural sin fines de lucro, reunida el día 11 de mayo del corriente año-, a fin de hacerle llegar el petitorio que nos convoca y cuya Acta respectiva que adjuntamos analiza en sus diferentes partes, para que Ud. se digne ponerla a disposición de la Comisión de Cultura según lo exige la ordenanza Nº5967 que reglamenta los requisitos requeridos para el otorgamiento de la Ciudadanía Ilustre.<br />
No obstante destacamos con precisión sus aspectos puntuales:<br />
<br />
a.- Designación de ‘’Cachilo’’, Sr. Higinio Alberto Maltanares, como Ciudadano Ilustre de la ciudad de Rosario por los motivos que en forma abrumadora se exponen y cuya documentación pertinente que los avala adjuntamos.<br />
<br />
b.- Declaración de interés cultural a sus grafitis y protección estética de los que aún se conservan por cuenta y cargo de la Municipalidad de Rosario <br />
<br />
c.- Talla de una escultura que recuerde a su original persona, enclavada con las de Agustín Magaldi. Lito Bayardo y otros, junto a la de Carlos Gardel (como establece la Ordenanza respectiva y que aún carece de vigencia).<br />
<br />
Para no entrar en mayor abundamento y para todas y cada una de las fundamentaciones que tuvieran lugar nos remitimos a la mencionada Acta y documentación adjuntada en el Anexo Único.<br />
<br />
Dejamos también sentado que hemos optado por presentar esta propuesta a través de la Presidencia del H.Concejo de Ud. dignamente representa, al solo efecto de que esta iniciativa ni tibiamente pueda ser interpretada como parcialización de alguno de los sectores políticos operantes o bancas de ediles, sino para que la misma se viera brotada desde el sentimiento, espíritus y espectro más grande de simpatías populares posibles.<br />
Asimismo nos permitimos sugerir que siendo el aniversario de la muerte de "Cachilo", Sr. Higinio Alberto Maltaneres, el próximo 4 de Octubre seria un gesto simpático y meritorio para ese H.Concejo y su mandato de representación popular que la respectiva Resolución fuera adoptada con antelación a esa fecha.<br />
<br />
Sin otro particular valorando desde ya el certero juicio que no nos cabe la menor duda prevalecerá en todos y cada uno de los señores Ediles, nos complacemos en saludarle muy atentamente<br />
<br />
<br />
<div style="text-align: right;">Dr.Nicanor D’ Elia</div><div style="text-align: right;">Presidente</div><div style="text-align: right;"><br />
</div><div style="text-align: right;">Silvia Susana Isern</div><div style="text-align: right;">Sec. de Actas</div><div style="text-align: right;"><br />
</div><div style="text-align: right;">Dr. J. Bernardo Iturraspe </div><div style="text-align: right;">Orden del Poeta</div><div style="text-align: right;"><br />
</div><div style="text-align: right;">Carlos Mac Allister</div><div style="text-align: right;">Miembro Fundador</div><br />
<br />
<br />
PD/ Rogamos enviar cualquier tipo de comunicación a la Sra. Secretaria de Actas de la Asamblea de la Peña ‘’ La Herradura ‘’, Silvia Susana Isern, Sarmiento 1455, Rosario; o bien llamando 40-0234.Puta Ciudadhttp://www.blogger.com/profile/01227887611681628796noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1717560640096263789.post-66185625278729156761996-08-05T10:57:00.000-07:002010-04-26T19:45:42.273-07:00Acta<div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">En la ciudad de Rosario, a los once días del mes de mayo del año mil novecientos noventa y seis, ciudadanos de Rosario y hombres probos, cultores de las artes y las letras, profesionales, técnicos y humanistas, empresarios y trabajadores desocupados o no, se reúnen en Asamblea Extraordinaria Autoconvocada durante el desarrollo de una velada organizada en la Pulpería Folklórica ‘’El cacique paja Brava’’ sito en Corrientes Nº484 de esta ciudad por la Peña ‘’La Herradura’’, “Club Culturel Fer a Cheval’’ – Entidad Cultural sin Fines de Lucro- en el sexto aniversario de su fundación.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Comienza la Asamblea designándose por votación y como Presidente al Dr. Nicanor D’ Elia y como Secretaria de Actas a la Poeta Silvia Susana Isern.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Después de presentar los Estatutos Ilustrados por los plásticos Manuel Aranda, Héctor Beas, Roberto Fontanarrosa, ‘’El Tomi’’, Gregorio Zeballos y su posterior aprobación, entre otros temas del ORDEN DEL DIA, se resuelve distinguir con la ORDEN DEL POETA a ‘’CACHILO’’, nombre que adoptarse el Sr. Higinio Alberto MALTANERES: Nombre de pájaro,/ somos cartones,/somos poetas./’’Cachilo’’ por los pájaros que hay acá... ("Risario" Nº 6 Abril / mayo de 1982). El primogénito de una familia nacido en Rosario el 30 de abril de 1927 bajo el signo Tauro. Ex empleado de ENCOTEL, ex comerciante de publicidad, dibujante de letras y pionero de la clásica galería “Rosario’’ cuyo hermano Antonio gozó del padrinazgo presidencial por ser séptimo hijo varón. Recibe el Certificado correspondiente y en su nombre plástico Gregorio Zeballos.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">A la vez se recuerda que esta entidad conceptualiza a la Poesía justamente como un Estilo de vida, más allá de los méritos literarios aunque los hubiere, e impone para tal otorgamiento el requisito sine qua non de estilo de vida bohemio y/o desprendimiento material de existencia.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Para el caso de la popular figura de “Cachilo” esta Asamblea considera que holgadamente reúne tales requisitos y lo inviste post mortem con esa distinción que, por otro lado, recibieron en ocasiones semejantes (en vida o descendientes) personalidades como Jaime Dávalos; Atahualpa Yupanqui y Orlando Veracruz; el poeta español Rafael Alberti y el brasilero Vinicius de Moraes; los periodista Dr. Carlos Ovidio Lagos, Horacio Correa y Diógenes Hernández; el ex Cónsul de la Rca. del Perú Ing. Castillo; el director de arte de TV Raúl Agote; el poeta Gauchesco Estanislao del Campo por aceptación de su bisnieto Dr. Nicanor D’ Elia; los escritores Dra. Ada Donato, Jorge Riestra, Alberto Campazas y Jorge Velloso Colombres; los poetas Humberto Lobbosco, Carlos Alberti, Héctor Paruzzo, Dr. Juan Bernardo Iturraspe y Aldo Oliva; el Dr. Oscar Trueno y la estudiante Ariadna Astuzzi; el historiógrafo Enrique Pavón Pereyra; los plásticos Juan C. Corvalán, Juan C. Bono, Gregorio Zeballos y Dr. Héctor Ruiz de Gallareta; los médicos Drs. "Charly" Rossi y el Dr. Armando Ferullo; los sacerdotes R.P. Tomás Santidrián y Exarca Miguel Sava, entre otros.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">A moción de orden del escritor Carlos Mac Allister apoyado por el poeta Juan B. Iturraspe, el plástico Gregorio Zeballos y el cineasta Mario Piazza, se resuelve por una dignidad elevar ala presidencia del H. Consejo deliberante de la Municipalidad de Rosario la solicitud formal y fundamentada por escrito para que ese cuerpo deliberativo designe CIUDADANO ILUSTRE IN MEMORIAM A-"Cachilo" - SR. Higinio Alberto MALTANERES , cumplimentando en su totalidad los requisitos taxativamente exigidos y para tal fin reglamenta la Ordenanza 5967 de fecha 16/03/1995 . </div><div style="text-align: justify;"></div><div style="text-align: justify;">A su vez el doctor Juan Bernardo Iturraspe brinda su base de apoyo en el hecho de haber sido “Cachilo” un personaje tan típico como lo puede ser la propia ciudad. Entre otras tantas decisiones semejantes que cuentas con nombres de plazas y calles a tales personajes como tributo póstumo, no sólo un nuestro país sino en casi todas las latitudes del mundo. Para terminar y a tono con el tipo de reunión que nos convoca se permite leer un soneto de su autoría intitulado “Cachilo” cuyo texto reza:</div><br />
<br />
<div style="text-align: center;">La vida es sueño –Calderón lo dijo-</div><div style="text-align: center;">Pero es más, mucho más, si bien se advierte...</div><div style="text-align: center;">Algo como un poema, como un hijo, </div><div style="text-align: center;">como un árbol, que vence a la muerte</div><div style="text-align: center;">y prolongan el ser... </div><div style="text-align: center;">Todo un prolijo</div><div style="text-align: center;">himno de amor, que a la materia inerte</div><div style="text-align: center;">da movimiento y que el Señor bendijo</div><div style="text-align: center;">para que en otra dimensión despierte.</div><div style="text-align: center;">Los hombres van forjado de esta guisa su </div><div style="text-align: center;">existencia inmortal,</div><div style="text-align: center;">y tu lo hiciste</div><div style="text-align: center;">renunciado a lo fútil y a la prisa.</div><div style="text-align: center;">Orgullo de ser pobre con estilo,</div><div style="text-align: center;">viviendo a la intemperie y nunca triste...</div><div style="text-align: center;">Mi homenaje te rindo así... Cachilo... </div><br />
<div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Esta Asamblea fundamenta y avala tal petición con la abrumadora documentación cuyas copias se adjuntan y que fueron aportadas por el Sr. Mario Piazza para tal fin, haciendo destacar que –a tal efecto- ha evaluado valiosos juicios de prestigiosas personas y entidades que omite para no entrar en mayor abundamiento y por descontar que su tratamiento a través de la Comisión de Cultura del Honorable Concejo Municipal y posterior designación de –“Cachilo”- Sr. Higinio MALTANERES como Ciudadano Ilustre in Memoriam, valorizará este reconocimiento brindándole un verdadero significado a su otorgamiento, trascendente más allá de un frío aspecto formal.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Destaca que los datos adjuntados cumplimentan asimismo el inc.a) del art.3º de la Ordenanza ut supra mencionada en cuanto a su lugar de nacimiento y meritoria y dilatada actuación en el campo de la Cultura en General.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Para referirse a este punto en particular solicita la palabra del Arq. Jorge Scrimaglio quien expone que a la expresión Cultura no se le debe dar significado académico, restrictivo, manoseado y burdo que la define como la mera instrucción o sabiduría resultante de haber cultivado los conocimientos humanos y generalmente interpretados sus métodos como una labor exclusiva de rigurosos ejercicios “aburridos” llevados a cabo en claustros universitarios, por la promocionada y tan poco aplicada intelligenzia. O abrumadores quehaceres en bibliotecas añejas hoy suplantadas pero la “magia” de la computación, mecánicos, acartonados, enciclopédicos, que los distancia de las vivencias populares justamente allí, y no en otro lado, donde se refugia precisamente la auténtica Cultura y su permanencia y proyección. Queda entonces establecido el término Cultura en su más actualizada acepción que la define como todo lo que hace o pertenece al hombre. Incluso a este personaje “Cachilo”, que para sus escritos poéticos no utilizaba hojas de papel ni máquina de escribir,, sino tan solo ceritas o tizas rechazando de plano el aerosol en una curiosa práctica que él mismo categorizada como ecologista y que, sin duda, también lo es.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">La Presidencia recuerda que Multimedios Ambiente Ecológico, entregará al Arq. Jorge Scrimaglio el próximo 5 de junio en el Salón Embajador del Bueno Aires Bauen Hotel, el premio ECOAMBIENTE ’95 en representación de las Organizaciones No Gubernamentales por su trayectoria en defensa del ambiente y la recuperación al uso público de la Reserva Natural Playa Granadero Baigorria.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">El ensayista Héctor Nicolás Zinni, autor entre otros libros de “El Rosario de Satanás”; “Rosario era un espectáculo” y “Prostitución y Rufianismo”, cronista del la vida rosarina, quien conoció a “Cachilo” en setiembre de 1979, siendo propietario de una librería ubicada en San Martín al 500 a la que “Cachilo” concurría dejando reflexiones escritas en papeles que distribuía en las mesas de libros, infiere que “sin duda los historiadores de Rosario del futuro no podrán dejar de referirse a “Cachilo” cuando recuerden a los personajes contemporáneos típicos de la ciudad a partir de la década del ’70.”</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">La actriz y directora de teatro María Teresa Gordillo propone que se erija una estatua justamente donde se levanta la de Carlos Gardel y se haga cumplir la ordenanza respectiva junto con las de Agustín Magaldi, Lito Bayardo y otros, que deben exhibirse en conjunto y de manera alguna donde hoy están ubicadas. Dicho monumento podrá ser financiado de la mejor manera que resulte viable, habiéndose ofrecido el escultor Francisco Pelló para todo tipo de asesoramiento técnico y sirviendo este Acta como suficiente solicitud formal al respecto para la autoridades que correspondan.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Se apoya la moción y se aprueba.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Por turno de oradores se le cede la palabra al Diseñador Dante Taparelli y pide que se deje de recalcar, para la justicia de este homenaje, el dramatismo psíquico-socioeconómico y cultural de nuestra época y lugar, desde el ángulo visual de un ser humano que tanto por propia iniciativa como por imposición ajena, llegó a padecer el extremo de las discriminaciones.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Quizá con alguna dosis de exageración –continúa afirmando Taparelli- pero no menos cierto por ellos, discriminación semejante a la que sufrieron Schumann, Verlaine, Discépolo, Poe, Piaff o Wilde y que, aún así, nos brindaron la generosidad frente a la mezquindad en los aportes tan meritorios de los unos como del otro. Con una valoración que tiene un piso inequívoco, positivo, único e indiscutible desde el punto de vista de la originalidad y su expresión y testimonio. Y cuyo techo nadie lo podría delimitar por la simple y compleja dificultad para medir las proyecciones de la dimensión humana sin los convencionalismos sociales de las modas y costumbres, oportunidades y virtudes, como tampoco méritos y legados.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Se apoya y da por aprobado. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Para señalar su concordancia con lo expuesto tiene la palabra el Entrenador Deportivo Pedro “Poli” Sbarra quien, haciendo suyas las expresiones anteriores, las aparta de la preeminencia de cierto sector de la sociedad rosarina en donde predominan el aspecto de la banalidad formal y no el sustrato del fondo y su importancia. La contrapartida que hace pagar la hipocresía es –continúa afirmando- muchas veces su marginalidad y ermitañez underground, como se tilda, por razones obvias y su lastre de vergüenza. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">La Dra. Marcela Alonso puntualiza a continuación que no puede, bajo ningún aspecto, dejar de constar en Acta que la personalidad de “Cachilo” –quien despertaba tanto afecto- fue precursora en nuestro medio de lo que muchos expertos se atrevieron a vislumbrar como un nuevo género literario, espontáneo, de raíces tan ancestrales como el propio hombre: los grafitis, famosos en el mundo y, por qué no, desde el mensaje de la mismísima pintura rupestre cuyos primitivos artistas creadores y ocasionales espectadores de otras eras, distaban mucho de considerarse tales pero aportaron un bagaje invalorable no solo al Arte sino a la moderna Antropología.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">La Revuelta Estudiantil de la Universidad de Nanterre en Mayo de 1968 dio un nuevo y destacado perfil socio-económico y político expandido por todos los continentes del orbe bajo una sola consigna que representó la disconformidad de todas las propuestas: el Mayo Francés. Tan bien exaltadas por otro Orden de Poeta hoy desaparecido y que viviera en carne propia todas las vicisitudes de los acontecimientos en su estancia en París y refugiado dentro de improvisadas trincheras callejeras; Arturo Palenque Carreras en su obra “La Rebelión de la Elite”, “Prohibido prohibir” y “La imaginación al Poder”.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Se apoya y da por aprobada.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">La Presidencia de la Asamblea procede a dar la palabra al Arq. Julio Mangione quien recuerda similares expresiones de Mate Chorreado estampadas en as paredes; “Quiero el tiempo hecho plaza”; “La vida es la Tardanza de la Muerte” y otras. Pero hace especial hincapié en el significado semántico del mensaje de “Cachilo” y su justa interpretación mucho más allá de la simple curiosidad anecdótica o humor que indiscutiblemente despertaban. En su correcta lectura y su gran proliferación por todos los rincones de Rosario, que brindarán un análisis acertado y una tarea de especial dedicación para todos los eruditos presentes y futuros que se aboquen a este trabajo de real valoración. Trabajo, por otro lado, que dicho sea de paso ya varias cátedras universitarias están llevando a cabo. Y que, muy probablemente uno de sus tantos amigos –el Sr. Gilberto Krassniasky, ex actor de teatro y comerciante de Arte- ni siquiera habría osado vislumbrar cuando le obsequiaba ceritas o invitaba con algún ocasional desayuno.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Retoma su intervención Mac Allister a fin de revalorizar el aspecto sociológico que, sin dudas, contienen los mensajes de este Poeta de los Muros (“Risario” Nº6 –Set./1982), Filósofo del absurdo y la marginación (Alberto Carlos Vila Ortiz “La Capital”, 30/07/89), Profeta o Augur (“Rosario 12”, 06/20/91), Bardo o Payador (Roberto Retamoso, revista “Signos” Nº4, Dirección de Información Pública de la Municipalidad de Rosario, Noviembre de 1991) Escritor de paredes (Fandermole/De Benedictis –programa de mano- 1993), Poeta, pintor, filósofo y vagabundo (Manuel Aranda “Vasto Mundo” Nº5 Municipalidad de Rosario Agosto/Setiembre de 1994), Linyera-Poeta o –mejor- Maestro-Poeta como se autodefiniera (entrevista a Mario Piazza “Rosario 12”,04/11/95) o, según el vaticinio de Daniel Briguet, “A pasitos del 2000”, “La Capital” -30/12/94). Ciudadano ilustre in Memoriam.<br />
Todas estas páginas dedicadas a los grafitis de “Cachilo”, un personaje de la ciudad –prosigue Mac Allister- tal cual acto mágico de justicia divina, serán rescatados en un film documental de Mario Piazza y que descontamos será tanto apoyado económicamente en forma oficial como declarado de interés Municipal por el decreto respectivo de la intendencia Municipal –claro está- si prima una justa evaluación al respecto.<br />
<br />
<br />
En cuanto al inc.b) del art. 3º de la misma Ordenanza, sin lugar a dudas, su vida pública y privada es un ejemplo testimonial para las futuras generaciones por haber trascendido el estrecho horizonte de su apocalíptica marginalidad al extremo de convertirse, por qué no, en el Poeta rosarino más comentado y difundido de todas las épocas y morir como tal “sin capital y sin deudas como un Poeta”, haciendo abstracción de cualquier crítica literaria, autorizada o no, según recordó el orador y con cierto poema, también a Willy Harvey distinguido a la vez y oportunamente con la misma Orden del Poeta.<br />
<br />
En este preciso instante el humorista y artista gráfico David Leiva ratifica que “Cachilo” era un Poeta Dadá, otra calificación por su ruptura con el lenguaje coherente. Novedoso este soporte, si cabe la expresión ya que fue el primer grafitero durante los años del Proceso Militar cuando nadie se atrevía a pintar las paredes.<br />
<br />
Otro humorista de prestigio nacional, el Sr. Roberto “Negro” Fontanarrosa, quien en sus reconocidos comics no abordó al personaje de referencia porque, según sus propias confesiones, su público lector estuvo en gran parte fuera del ámbito rosarino y aquel –en consecuencia- era desconocido en estas latitudes; puntualiza un paralelo de horizontes más atrevido: “Henry Ford pobló las calles de automóviles. “Cachilo” simplemente las caminó escribiéndolas. Pero nosotros nos acordamos de ambos”.<br />
<br />
La ocurrencia provoca el aplauso espontáneo de todos los presentes.<br />
<br />
Acto seguido agrega el Periodista y Artesano Vicente Luis Di Carlo que esta nominación –por otro lado- desde el punto de vista de esta Asamblea de la Peña “La Herradura”, es la resultante de una conformación pluralista que garantiza objetivamente diversidad de opiniones y reflexiones que en su debate han desembocado en un mismo y único criterio sobre la justicia de tal homenaje que el Pueblo de Rosario adeuda a este ciudadano desaparecido, que la Municipalidad de Rosario podría saldar haciéndose eco de este sentimiento y que, en su elemental voluntad e intencionalidad, conforman este petitorio en un todo de acuerdo con el citado espíritu de la Ordenanza 5967 en su art. 6º, como dignos y cabales representantes de distintos campos de la cultura en general, la investigación, la técnica, la labor comunitaria, humanitaria, etc. Y que no hacen segregaciones racistas, políticas, religiosas, sexistas, sociales, económicas ni de ninguna otra índole.<br />
<br />
Para terminar con su turno, Mac Allister detalla otras referencia literarias sobre “Cachilo”: “Oda sobre Cachilo” con letra de “El Tomi” y música de Héctor “Pichi” de Benedictis, ambas editadas en compac disc. “Teoría del Nombre” (Poemas – Ed. La Cachimba), 1995 en el poema “Letras” de Graciela Cariello que tiene como epígrafe a Mallarmé: No es con ideas que se hacen versos sino con palabras…<br />
<br />
…Y Cachilo: Puertas que abras/donde mueren las palabras/empiezan las letras… Algún poema de Armando del Fabro: “Los Grafitis de Cachilo” (Ed. Propia) con pago de impresión de Osvaldo Baglione, director de la Escuela Municipal “Manuel Musto” y de la Sra. Susana Calegari. Recopilación de Norberto Campos y Sergio Acosta. Prólogo de Roberto Retamoso. Y porque “Las paredes limpias no dicen nada” (Libro de grafitis) Libro del Quirquincho/Buenos Aires 1990, concordamos que la historia de los grafitis en Rosarino comienza y finaliza con “Cachilo”. Con aquel “Cachilo” que cierta noche de invierno, mientras descansaba en su banco, “El abuelo” Ariel Gustavo Fontana porque se le antojara y generosamente le cajease su flamante sobretodo, con el que lo conocimos junto a su gorra y se hizo popular su imagen, por su raído y ajetreado saco. En un trueque que, paradójicamente “El abuelo” siempre recordaría de su conveniencia y “Cachilo” como un regalo, según no se cansa de narrar una testigo: Claudia Bianchi.<br />
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Sería imperdonable omisión dejar de destacar a quienes a través de su arte fotográfico o plástico colaboraron para exaltar aún más la existencia del personaje que también hacemos nuestro: las muestras de Norberto Puzzolo; “Rostros y rastros de la Aldea”; de Alejandro Lamas junto a imágenes de Fito Páez, Rubén Naranjo, Jorge Riestra, Héctor Zinni y algún otro; los “Cachilos” de la Galería Municipal del Bajo presentados por Gregorio Zeballos, quien es autor –además- de un libro inédito: “El Cachilo Ilustrado”.<br />
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Sin omitir “El Tomi” y Manuel Aranda. La muerte de “Cachilo” mereció nota de portada de ambos matutinos de la ciudad; “La Capital” y “Rosario 12” de fecha 5 de octubre de 1991, día posterior a su deceso.<br />
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El Dr. Félix Cochero sugiere que se agregue a este Acta y, sobre el reconocimiento in memoriam, que deberá interpretarse –según la doctrina jurídica autorizada= como implícitamente contemplado al no estar expresamente omitido y que es, por otro lado, de uso corriente y universal en la generalidad de este tipo de homenajes.<br />
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Se apoya la moción y se aprueba.<br />
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El Arq. Jorge Scrimaglio pide peticionar por las mismas vías que se canalice el Homenaje Póstumo, que los murales en edificios públicos que aún conserven sus escrituras, se los señalen con la urgencia que el caso requiere para impedir su deterioro, con la placa respectiva y las proteja adecuada y estéticamente como patrimonio cultural de la ciudad. Mientras que el estudiante Luis “Lullo” Conedin propone que se autoconvoque para la fecha del aniversario de su muerte (4 de octubre) a un homenaje de la comunidad en la intersección de las calles Peatonal Córdoba y San Martín, con participación de diferentes sectores sociales y artísticos y que constituya una verdadera fiesta popular con intervención de músicos y poetas bajo el lema: “Cadáver/resto/disculpen si molesto”, tal como rezaba uno de sus últimos grafitis, paradojalmente escrito en las adyacencias del PAMI I de Sarmiento al 300, en el mismo lugar y poco antes de encontrase con la muerte.<br />
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Se apoyan y dan por aprobadas ambas mociones.<br />
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Se autoriza al Dr. Juan Bernardo Iturraspe, en su calidad de Orden del Poeta, y al escritor Carlos Mac Allister, miembro fundador de la Peña “La Herradura” a firmar justo con las autoridades de esta Asamblea –toda la documentación pertinente- y a efectos de la tramitación de la Ciudadanía Ilustre propuesta tuviere lugar, sea cual fuere el organismo oficial como la instancia que correspondiere. <br />
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Asimismo, todos los firmantes, lo hacen a la vez que como miembros de la Peña “La Herradura”, en su condición de ciudadanos de Rosario.<br />
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</div>Puta Ciudadhttp://www.blogger.com/profile/01227887611681628796noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1717560640096263789.post-87226532896243292231995-10-04T00:29:00.000-07:002010-05-07T00:53:15.495-07:00CON MUCHO SIGILO/VUELVE CACHILO<div style="text-align: center;"><br />
UN PERSONAJE DE LA CIUDAD EN FILM DOCUMENTAL<br />
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjbodksE92cpm-73Kr0ODQQzFlpuW8K6N4j57iLKRwkaZqKzP3n6bKBdXlhhFPCSHIRXTFgBMNlq4SfIA33AafGG5N5CMg3nhXPFFXtMIvtPv4DP6K0d5PPo7257lsorlaWbOeF_v4ZO6gb/s1600/rosario+12+4-10-95.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="338" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjbodksE92cpm-73Kr0ODQQzFlpuW8K6N4j57iLKRwkaZqKzP3n6bKBdXlhhFPCSHIRXTFgBMNlq4SfIA33AafGG5N5CMg3nhXPFFXtMIvtPv4DP6K0d5PPo7257lsorlaWbOeF_v4ZO6gb/s400/rosario+12+4-10-95.jpg" tt="true" width="400" /></a></div></div><div style="text-align: center;"><strong><em>Fue linyera y famoso por llenar las paredes de la ciudad de poéticos graffitis. Mario Piazza ahora lo va a rescatar en un film.</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong><em>(LOS HOMBRES HACEMOS TORRES/Y LAS MUJEREES/HACEN HIJOS/POBRES)</em></strong> Inquietantes, pintorescos, extraviados, contundentes, deformes, durante años una serie de mensajes escritos por una misma mano y firmados por Alberto Cachilo, Alberto Guacho, Cachilo, El Cachilo, o simplemente X, coexistieron con graffitis y pintadas políticas en las paredes de buena parte del centro. Raspados o dibujados con tizas de colores de rara virtud indeleble, algunos todavía sobreviven a la intemperie en que vivió su autor a cuatro años del día en que dejó el barrio. Si se hiciera una encuesta sobre los “personajes” de la ciudad, con seguridad cosecharía una buena cantidad de menciones, y ahora el cineasta rosarino Mario Piazza prepara un telefilm documental con la idea de “retratar el personaje y también rastrear en sus orígenes”. El realizador se propone “rescatarlo para la ciudad, porque forma parte del patrimonio cultural”, pero también ir “más allá de lo pintoresco”, pero que “hay en Cachilo una situación dramática muy fuerte, una angustia grande que debe haberlo llevado a tomar la decisión de vivir en la calle, que no es una cosa liviana”.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><em><strong>(CRIADO/EMPLEADO/LA DISCIPLINA/SIEMPRE/TE LASTIMA)</strong></em> Aunque aclara que recién “después que lo haga puede ser que sepa mejor” qué lo lleva a acercarse a Cachilo, tras <em>Señorita Olga</em> –su anterior film, basado en las innovadoras experiencias pedagógicas de la maestra Olga Cosettini-, Piazza explica que “es interesante ver cómo este personaje, que ha sido un marginal, sin embargo también ha sido estudiado y querido por mucha gente de la cultura de Rosario. Se han publicado notas sobre él, ha salido en la portada de los dos diarios locales (el día de su muerte), en la revista <em>Risario</em>. Me interesa rastrear en sus motivaciones, qué es lo que lo dirigió a esa decisión que él tomó un día de mandarse para esa dura vida de la calle; indagar acerca de qué opina la gente que está en la literatura acerca de sus pintadas, y también es interesante una no sé si aparente contradicción entre su condición de anacoreta o algo así, y esa necesidad de comunicarse”.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><em><strong>(QUE MIEDO EN LOS CAÑOS/EL MONSTRUO/ES EL NENE/DE DOS A SIETE/AÑOS)</strong></em> De barba larga, sobretodo, dos pares de pantalones uno sobre el otro, todo del color de la miseria extrema, y coronado por su distintivo gorro de cuero y lona, Cachilo murió el 4 de octubre de 1991 y se dice que algún familiar se presentó en la morgue para hacerse cargo del cuerpo. “Tenemos algunos rastros acerca de que trabajó en el correo, en una casa de banderines y calcomanías o autoadhesivos, hay personas que han trabajado con él, puede haber algún familiar. Son puntas, rastros, creo que hay mucho por investigar sobre este personaje”, dice el realizador, pero también “hay materiales interesantes”. Algunas pistas de valor las dio el mismo Cachilo en una entrevista realizada en q982 por la revista <em>Risario</em>, que dirigía David Leiva. “Da varios datos, que si son verdaderos no sabemos”, aclara Piazza, pero, según lo que recogieron los cronistas de aquella publicación, el hombre era rosarino y su nombre era Higinio Maltaneres, nacido en el `27.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><em><strong>(DIJO CONFUCIO/EL HOMBRE NO ANIMAL/TIENE QUE SER SUCIO)</strong></em> Se cree que cambió de vida más o menos “a los cuarenta años –comenta Piazza-. Dice Cachilo en esa nota: ‘tres años duró la separación, del `67 a `70… y que después se fue a ‘recorrer el mundo’. Me interesé por la grabación de la entrevista, para incorporarla directamente a la banda de sonido del video, pero bueno, parece que los periodistas suelen usar los mismos cassettes varias veces, así que no se conservó la voz de Cachilo en esa entrevista. Pero sí hay una grabación de video de un colega, José Luís Seguí, que lo grabó con imagen y sonido mientras estaba pintado en una pared, y eso lo vamos a incorporar. Hace varios años, con (el fotógrafo rosarino ahora radicado en España) Alejandro Lamas, habíamos hablado de hacer algún trabajo con Cachilo, en la época que trabajábamos con Súper 8, y él le grabó unas tomitas que también vamos a incorporar al video”.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong><em>(APENAS/LOS ATLETAS/DE ATENAS/LOS VERÁS/EN EL/CINE)</em></strong> La producción del video de Cachilo está en la primera etapa de recopilación de material y exploración de los rastros que dejó. “Hay fotos y filmaciones suyas, dibujos, pinturas, canciones que se le escribieron –dice Piazza-. Existe una recopilación de sus textos, editada por la Escuela Musto, aunque no es exhaustiva; de hecho yo he registrado algunas pintadas y raspadas que no figuran ahí, a medida que me llegan noticias de dónde están. Para los cuatro años que han pasado es como milagroso que se conserven las que ha hecho en casas abandonadas, en cajas de la luz o en lugares públicos. Pero además me interesa el testimonio de la gente que se ha ocupado de Cachilo, para retratarlo a él pero para retratar también a la cultura de Rosario, que en cierto modo puede decirse que es tan marginal como Cachilo, porque en principio y en la referencia de la gran urbe, la capital de los argentinos, el que se queda para trabajar en cultura acá, en términos generales, va a estar trabajando de un modo relativamente marginal”.</div><div style="text-align: justify;"><strong><em>(DOBLE FILO/YO SOY MAESTRO/POETA/HIJO DE MONJA BLANCA)</em></strong></div><br />
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</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjm7SAXIv22yyV77pYexI1m5FQ4M2MCt6QqnbbPEagSxNrmbXpRmbyW9SUix-MaAqP4yvnSP2pkBfxrOEIE3exeKHXfSWVXUEl6AOGkWvv-0gdfpqtQu5ynGrDhdFMKJvgeuy-0HXeNx-O7/s1600/rosario+12+4-10-95+recuadro.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjm7SAXIv22yyV77pYexI1m5FQ4M2MCt6QqnbbPEagSxNrmbXpRmbyW9SUix-MaAqP4yvnSP2pkBfxrOEIE3exeKHXfSWVXUEl6AOGkWvv-0gdfpqtQu5ynGrDhdFMKJvgeuy-0HXeNx-O7/s640/rosario+12+4-10-95+recuadro.jpg" tt="true" width="404" /></a></div><br />
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<div style="text-align: right;"><em>Rosario/12</em>, 4/10/95, Espectáculos, p 7. <br />
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</div><div style="text-align: right;"> </div>Puta Ciudadhttp://www.blogger.com/profile/01227887611681628796noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1717560640096263789.post-13527628586976990861995-01-01T10:05:00.000-08:002010-04-25T10:17:25.614-07:00LAS CIUDADES INVISIBLES“SON DE ACÁ”<br />
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<div style="text-align: justify;">Escribió el poeta andrajoso, el que olía a lloviznas de junio y a calores del pasado, un día dieciséis, del mismo mes que había utilizado ese irlandés para escribir ese libro. Escribió con ceritas en una pared de Pichincha, lo hizo con verde que te quiero verde. Escribió ese que nunca, ni soñarlo, figuraría en un cartel del parque al estilo “Son de acá”. Dijo así: “Rosario ciudad de Roma, La Plata ciudad de París”. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Después se sentó en el suelo y destapó la botella de plástico, y también se metió un vino en la panza. No pensó, ni en pedo, pasar alguna que otra vez a la posteridad de esa ciudad de Roma, llena de descendientes de inmigrantes italianos.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Quizás podría haber pensado, cuando dormía en Thompson y Williams, si le pasaba lo que a mí, que Rosario era ciudad de la Edad Media: un policía me acomodaba un gomazo en la espalda por el hecho de pararme, junto a un amigo holandés, recién llegado de Amsterdam, frente a una casa, y decirle, mirá, acá nació el Che, Otro que tampoco “Son de acá”.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">En una de esas, de esas tardes, imaginó como el que suscribe lo que podía imaginar esa chica de diecisiete, en un segundo piso, frente a un espejo, con una sonrisa de gata en celo y globitos de historietas del Tomi o de Mauss: “Con esta calza le voy a romper la cabeza a más de cuatro tipos (la calza era blanca). Me queda tan ajustada que si hasta parece que tuviese un poco de pito (la calza era un desvío de caminos o la mejor de las entradas al infierno)”. Si hasta lo escucho diciendo: “Una típica muchacha argentina, rosarina de este lado del río”.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Se rascó la panza o el vino y fue a comer a lo de los gallegos de Pellegrini y Maipú. Unas buenas sobras duraron dos minutos y las moscas empezaron a realizar una asamblea sobre su cabeza, sudor y gota gorda, se arrimó a la pared y escribió con cerita negra: “Rosario ciudad de Birmania” (ver Chindits).</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Se acomodó otro vino en la panza. Pasó frente a un colegio y le gritaron alguna cosa, creo que borracho. Tomó otro trago pero esta vez lo acomodó en el cerebro, escribió con ceritas rojo bronca: “Cura confesional, grita cosa a borracho angelical; cura prostibulario, no grita, conoce el paño”. Se echó una siesta.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Soñó con la ciudad, escribió en el cielo con la cerita verde oliva: “Rosario ciudad de los mataderos de Roma” (ver historia de la picana, editorial ¿Sos callejero? Bancatelá).</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Llegó hasta un barrio después de pegar un 59, le tocó la cabeza a una nena que le pedía algo de alguna cosa, la miró serio pero haciendo una sonrisa para adentro y pensó con las mismas palabras que canta Goyeneche, todas las monedas fueron penas. Se encontró con la casa del alguien familiar y pensó en su abuelo español, que había venido escapando de la guerra que acababan de ganar los fascistas, cuando tenía quince, casi la misma edad que la chica del segundo piso… lo vio bajar del tren y llegar a la calle del poeta Carriego, al 400, morderle la oreja y él dejarse morder, una lágrima le hizo trampas, siguió caminando y pensó en todas las mujeres que se le habían abierto de piernas y en esa que se había abierto y que además le había dado los hijos. Volvió a pensar, quisiera que mis hijos crezcan en un barrio, o en lo que quede de ellos.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Volvió para el centro en una B que se caía a pedazos y se bajó en la facultad de Humanidades. Escribió en una pared que da a la intendencia: “Yo conozco a uno, acá adentro, que no es centro, pero escribe con ceritas, se llama Aldo”.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Se sentó en el umbral y recordó a una estudiante que se tomó el buque, pero por avión de Aerolíneas. Recordó que con ella fumó, alguna vez, alguna cosa. Esa tarde no pudo despejarse de esos ojos negros por lo negro y rojos por los derrames de todos esos ríos que eran el mejor de todos los deltas. Escribió: “Ojos negros, mancha roja, bandera”. Se fue cantando un Goyeneche de antes, gira más el torbellino con los ojos de un camino que regresa del pasado, pobre, pobre y vano sueño loco, ya lo ves de darte tanto me he quedado con tan poco. Al rato balbuceó en una plaza su rocío y sus calores del pasado, tengo miedo de mirarte y en el fondo de tus ojos ver la esquina del amor.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Pasaron los meses y lo perdí de vista, pensé que había jugado su corazón y lo había perdido, hasta que volví a encontrarme con él o con un Cachilo auténtico en la pared de la facultad de Derecho-Agronomía: “Rosario ciudad de Transilvania”. No pude dejar de pensar en todas esa historias que me habían contado acerca de todos esos murciélagos ¿y vampiros? que tenían como morada a esa romántica torre que mira a la plaza.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Un día, allá por el 91 ó 92, supe que murió. ¿De frío? ¿De tristeza? ¿De hambre?</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Mejor pongamos en esta historia que un día, allá por el 91 ó 92, se dejó morir.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">No imaginó, ni muerto, que a la mañana siguiente sería tapa de los dos diarios de la ciudad.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Me recordó a la otra ciudad, no a la del río que la baña junto a su inmaculada bandera y que con el manto virgen se erigió como cuna, etcétera etcétera, de discurso de maestro de segundo grado. No a esa con ese puerto pujante que fue granero del mundo y supo alimentar a futuros descendientes de inmigrantes italianos. No, me recordó a otra, a la de Nicanor Pérez hablando desde un diario, a la de todas las monedas fueron penas, cantada por Goyeneche. A la de los pobres corazones, cantada por Fito. </div><br />
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<div style="text-align: right;">Walter Motto,</div><div style="text-align: right;">en "<em>Mujeres</em>" (plaqueta), Secretaría de Cultura de la Municipalidad de Rosario, 1995. </div>Puta Ciudadhttp://www.blogger.com/profile/01227887611681628796noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1717560640096263789.post-49594998296910466081994-09-01T19:02:00.000-07:002010-05-06T19:05:38.121-07:00<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj6CSYP6KUG3AwByiufE8PMNKwdEszH_m2KJ_t_hGYgaD7yzL6AZMNm_jS3AmxfOy6QHioLVDCCDVW1JEUQ41pxHQ6lzESR39Ckvg1GaH7S9QsWsl3P6pqf16FyMmk98OOoQrH9NKu7O570/s1600/vasto+mundo+n%C2%BA+5+Rosapping-manuel+8-9-94.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="365" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj6CSYP6KUG3AwByiufE8PMNKwdEszH_m2KJ_t_hGYgaD7yzL6AZMNm_jS3AmxfOy6QHioLVDCCDVW1JEUQ41pxHQ6lzESR39Ckvg1GaH7S9QsWsl3P6pqf16FyMmk98OOoQrH9NKu7O570/s400/vasto+mundo+n%C2%BA+5+Rosapping-manuel+8-9-94.JPG" tt="true" width="400" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: right;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: right;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: right;"><em>fragmento de la historieta</em> "Rosapping"</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: right;">Guión y dibujos Manuel (Aranda)</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: right;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: right;"><em>Vasto Mundo</em> nº 5, agosto/setiembre, 1994</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br />
</div>Puta Ciudadhttp://www.blogger.com/profile/01227887611681628796noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1717560640096263789.post-44066287007787965781991-11-01T15:25:00.000-08:002010-05-21T09:51:17.457-07:00HOMENAJE A CACHILO<div align="justify" style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiY8cc8Ycu7WmV6n0IfodrpgouH-yurmz7SjAkbY6-E4uf8i1spwNcDe3zeWfq96xGIR6asxctg1Iz6iRrbR7LB_x5dolhfasu_ov9dYjQqPkV-5SNoZkVPToi958rNByPy_QA7Yo9GqfKY/s1600/signos+n%C2%BA+4+ilustraci%C3%B3n+p+4.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiY8cc8Ycu7WmV6n0IfodrpgouH-yurmz7SjAkbY6-E4uf8i1spwNcDe3zeWfq96xGIR6asxctg1Iz6iRrbR7LB_x5dolhfasu_ov9dYjQqPkV-5SNoZkVPToi958rNByPy_QA7Yo9GqfKY/s400/signos+n%C2%BA+4+ilustraci%C3%B3n+p+4.JPG" width="382" wt="true" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><em><span style="color: yellow; font-size: x-small;">(ilustración página 4)</span></em></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><br />
</div><br />
<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;">Hace algunos años, quizá bastantes para comenzar a configurar un mito, las paredes de Rosario aparecieron cubiertas por unos extraños “graffiti” que no descuidaban la composición “gráfica” de sus trazos, ni los colores de sus dibujos.</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;">Pequeños, como si se exhibieran no sin algún recato a la lectura de los rosarinos, pero al mismo tiempo lo suficientemente visibles para lograr atraer su distraída mirada, irrumpía en ese flujo caótico de cuerpos y símbolos que constituye el tránsito urbano para instaurar su contundente e inquietante sentido. Desde su brevedad, a la manera de verdaderos asertos donde se manifestaba, como en remalazos (sic), toda una “cosmovisión” crítica y revulsiva, interpelaban a los transeúntes para enfrentarlos a un conjunto de “verdades” generalmente desoídas por la opinión o el conocimiento público.</div>“Si los hombres/fuesen todos militares/en el mundo no habría paz./<br />
Tampoco maestros/ejemplares”.<br />
<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;">En la ingenua elementalidad de su decir, estos textos, modelados por las simetrías de las rimas y las unidades métricas que caracterizan al lenguaje de la poesía, se exponían como la realización de un acto acaso ritual, donde la sentencia se mezclaba con la admonición en una amalgama discursiva que evocaba la textura de los proverbios y de los refranes. Dichos para los otros (dicho por los otros), presuponían la infalibilidad de sus vínculos interlocutivos y de sus efectos pragmáticos, puesto que solamente cobraban sentido si se los pensaba desde el lugar conjetural de sus destinatarios.</div>Algo, sin embargo, los diferenciaba del refrán y del mito: su falta de anonimato. Estos textos se mostraban como producto de un autor, cuyo nombre –Cachilo- se inscribía no sólo como firma, sino también como constituyente de los mismos textos. Cachilo, Alberto Cachilo, aparecía de ese modo como el nombre propio donde su escritura se sostenía.<br />
<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;">Pero Cachilo también es el nombre de un pájaro. Por ello, el nombre de su autor se mostraba tanto como un efecto de revelación como un encubrimiento, dado que por una parte descubría todo un universo de sentido que dibujaba las formas nítidas de su imagen (las formas de la libertad, del canto, del vuelo sobre la inmensidad del mundo), y por otra parte eludía, como lo hacen los seudónimos, toda referencia al nombre original y verdadero.</div>De esta manera, lo esencialmente misterioso de los textos de Cachilo era su autor. Confieso que, como mucha gente, imaginé o inventé múltiples identidades para Cachilo: así, creí que Cachilo era un muchacho, o un grupo de muchachos, que salían a escribir esos graffiti en un clima festivo o irreverente; también que era un escritor que manifestaba en esas inscripciones las caras ocultas de su personalidad; del mismo modo, supuse que Cachilo era un nombre real, el nombre de alguien que, por razones ignotas, trajinaba las calles de la ciudad para hacerme llegar la enseñanza de su palabra y de su mensaje.<br />
<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;">Con el tiempo descubrí que Cachilo era ese (sic) especie de “outsider” o perfecto marginal que en el lenguaje de los argentinos llamamos linyera; (sic) Pero además, y como si ello no fuese suficiente para trazar los rasgos de su imagen, también descubrí que poco tenía que ver con los modos y los sistemas de pensamiento de la gente normal: Cachilo era lo que en la nomenclatura científica de la nosografía se llamaría un alienado, alguien que había cortado, seguramente para siempre, las amarras que podían atarlo a la “racionalidad” del pensamiento cuerdo.</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;">Movido, por una profunda curiosidad, que alimentaba lo mítico de su historia y lo fascinante de su escritura, comencé a indagar en el conocimiento que de él tenían otras personas. Fue así como hallé testimonios de quienes habían tomado a Cachilo como objeto de sus investigaciones y de sus creaciones: de Norberto Campos, que se propuso la ímproba tarea de recopilar su obra; de Manuel Aranda, que me hizo conocer las notas y reportajes que sobre Cachilo publicara la revista Risario; de Norberto Púzzolo, que realizara una muestra fotográfica sobre Cachilo; de Graciela Cariello, que escribiera un bellísimo poema –“Letras”- a partir de un epígrafe que cita uno de sus textos. El hecho de que personas tan importantes e ilustres para la cultura de la ciudad se hubieran ocupado de Cachilo me hizo advertir las repercusiones y las resonancias que habían cobrado su obra y su figura.</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;">Sin embargo, nunca sentí deseos de conocer personalmente a Cachilo. Pienso que pude valorar sus textos sin necesidad de entablar un vínculo personal con él, seguramente que por respeto a su especial condición, pero también por el deseo de mantener incólume cierta representación mítica de su persona.</div>Porque para mí, Cachilo es más que padre, hijo de su propia obra. O para decirlo de otro modo, el Cachilo del que todos hablamos no existe más que como una composición que sus textos han urdido, como un personaje que engendró su escritura al obliterar toda posibilidad de pensarlo independientemente de ella.<br />
<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;">Porque solamente la figura divina de un “loco” podría hacerse cargo, imaginariamente, de ese discurso que nos sorprende con lo intempestivo y lo crudo de sus enunciados. Quién si no un “loco”, con todo lo que connota ese término en nuestro país, podría decir las cosas que dice Cachilo: desde la información de efemérides que exhorta a la movilización popular hasta el cuestionamiento de las jerarquías políticas y sociales; desde la recuperación de ciertas formas gauchescas del habla popular hasta la figuración escatológica de la sexualidad en un discurso sin embargo reivindicatorio de la mujer; desde el saber sobre la vida que se ofrece en consejos y máximas hasta la visión “patriótica” que reitera los tópicos más valorados del nacionalismo político y cultural como modo de construir una identidad colectiva.</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;">Contempla desde esa perspectiva, la escritura de Cachilo, como la de tantos escritores afamados y honrados por los hombres, se convierte en un registro descarnado de las cuestiones críticas con que se enfrenta una sociedad, en una especie de conciencia aguda y zumbona que, de manera militante, insiste en grabar cotidianamente el texto de sus denuncias y exhortaciones con la misma insistencia con que lo haría la letra de cualquier revolucionario o profeta que pretendiera salvar a la humanidad.</div>Pero la escritura de Cachilo no es la de un revolucionario ni la de un profeta: esencialmente extraña a cualquier estrategia de poder, se presenta por el contrario como una escritura “por fuera” del poder, como una escritura que deliberadamente se sustrae de las causas religiosas o partidarias, es decir, de las causas gregarias, para asumirse como la forma acrática y por ella intrínsecamente individualista de los discursos artísticos. En todo caso, si se tratase de dibujar la figura de algún tipo social donde pudiera reconocerse la escritura de Cachilo, ella sería la del juglar, la del bardo, o, por qué no, la de nuestro telúrico payador.<br />
<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;">Sin embargo, ésa sería una faceta de su escritura, aquella que remite a cierta tradición popular dentro de la poesía hispanoamericana y de la que da cuenta su predilección por las rimas y las simetrías eufónicas. Pero también habría, junto con ella, otra faceta que remitiría a cierta tradición, ya no clásica si no moderna, de la poesía europea: aquella que, desde fines de siglo XIX, incorpora la dimensión gráfica y espacial de la textualidad de los poemas, para convertirlos en objetos estéticos de percepción no sólo auditiva sino también visual.</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;">Postular semejante linaje no debería inducir a suponer, de cualquier modo, que la obra de Cachilo sea una obra “poética” en el sentido convencional del término. Si se lee atentamente sus textos, se advertirá que en muchos casos desisten de participar de las normas gramaticales con que construimos nuestros enunciados, y por ellos se leen como textos no sólo gramaticales sino además carentes de sentido o significación (es sabido que muchas veces el sentido es esencialmente gramatical). En esos lugares, donde una alocución se desvanece en el afuera imposible de la lengua, creemos advertir ciertos fulgores ya no de sentido sino de algo siniestro a lo que llamamos, por comodidad convencional pero también como un modo de aventar el espanto de su presencia, “locura”.</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;">Así, la escritura de Cachilo se muestra como una escritura radicalmente extraña. Situada siempre más allá de la legalidad de los discursos que pretenden regular el sentido de los seres y las cosas, constituye una especie de caso límite, la forma inquietante y misteriosa de una letra que nos viene a interpelar desde los bordes y las márgenes de todo lo que constituye la inteligibilidad socialmente instituida del mundo.</div>En tal sentido, se trata de una escritura irredenta. Fatalmente diseminada por las superficies infinitas de la arquitectura urbana, se lee finalmente como la irrisión de la cultura letrada y libresca. Si para ese cultura el libro es la forma ejemplar de la comunicación escrita, con todo lo que comporta de privacidad el ejercicio de esa comunicabilidad, la escritura de Cachilo, al ofrecerse y ofrendarse a la lectura pública, abierta, colectiva, somete a esa cultura a la prueba de sus límites y sus supuestos, al afirmar otras y otros modos de circulación y consumo de los textos.<br />
<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;">Cierta crítica y cierta tradición entienden que las formas de la poesía moderna son las que registran el mundo urbano de las grandes masas, en sus desplazamientos anónimos y colectivos por las calles de la ciudades a las que fatigan con su andar incesante. Pero esa crítica y esa tradición no pensaron un espacio de significación o una lógica poética que se sustrajeran del circuito de comunicación libresco, para hacer de las multitudes ya no un tema o un tópico poético sino el actor privilegiado que consumara ese circuito comunicativo.</div>Los textos de Cachilo, pequeños, concisos, certeros como las verdades que solamente producen los iluminados, proponen esa mutación de los habitantes de la ciudad al convocarlos a la participación y al protagonismo “poéticos”. A reproducirse y multiplicarse ilimitadamente parecen buscar, desde el frágil fulgor de sus colores, la mirada de todos los transeúntes para ofrecerles el espectáculo de su mensaje.<br />
<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;">Aceptarlo y difundirlo, como se propuso hacerlo este grupo que cumplió su obra, acaso sea la forma mas (sic) justa de reconocer y honrar sus valores, aunque implique la paradoja, seguramente insalvable, de transponer su irredenta escritura en una versión inevitablemente libresca. Ella posibilitará, sin dudas, una lectura más plena –ya que no más leal- de esas inscripciones tan imprevistas como proliferantes que podrían (o que deberían) habernos sorprendido a la vuelta de cualquier esquina. </div></div><br />
<br />
<div align="right"><br />
Roberto Retamoso<br />
<br />
Revista <em>Signos</em> nº 4, noviembre 1991, p. 2-3-4.<br />
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<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><br />
</div></div><div align="right"></div><div align="right"></div><div class="separator" style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgkjVhyphenhyphenh-M55yZJ9Vvepot9nXQp2H1ejhWmKBOPvY-gU5KHULT2gTGAu2bV-TxRL2T8uYUn4_QiADl-3LLAX6J-Lbzr98kM5BIwUksQOJ6vu8rGYI1apfD0yc-48a7UgbNrApFZEp8-0X5P/s1600/signos+n%C2%BA+4+ilustrac.+p.+3+g.+zeballos.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgkjVhyphenhyphenh-M55yZJ9Vvepot9nXQp2H1ejhWmKBOPvY-gU5KHULT2gTGAu2bV-TxRL2T8uYUn4_QiADl-3LLAX6J-Lbzr98kM5BIwUksQOJ6vu8rGYI1apfD0yc-48a7UgbNrApFZEp8-0X5P/s640/signos+n%C2%BA+4+ilustrac.+p.+3+g.+zeballos.JPG" width="344" wt="true" /></a></div><div class="separator" style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; clear: both; text-align: center;"><br />
</div><div class="separator" style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; clear: both; text-align: center;"><br />
</div><div class="separator" style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; clear: both; text-align: center;"><em><span style="color: yellow; font-size: x-small;">(ilustración página 3 por Gregorio Zeballos)</span></em></div><div class="separator" style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; clear: both; text-align: center;"><br />
</div><br />
<div class="separator" style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; clear: both; text-align: center;"><br />
</div><div class="separator" style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; clear: both; text-align: center;"><span style="font-size: x-small;"><em>(Con muy leves diferencias esta nota aparece también como prólogo del libro "Doble Filo" (1991) (2º ed. 1999). También es un capítulo de "</em>La dimensión de lo poético<em>". Buenos Aires, Héctor Dinsmann, junio de 1995.)</em></span></div><div class="separator" style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; clear: both; text-align: center;"><br />
</div><div class="separator" style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; clear: both; text-align: center;"><br />
</div><div class="separator" style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; clear: both; text-align: center;"><br />
</div><div class="separator" style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; clear: both; text-align: center;"><br />
</div>Puta Ciudadhttp://www.blogger.com/profile/01227887611681628796noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1717560640096263789.post-80753143881606412191991-10-06T15:53:00.000-07:002010-04-26T10:59:41.962-07:00Los muertos están solos y no tienen nada CACHILO SIN REFUGIO<div style="text-align: center;"><br />
<br />
<em>Higinio Maltaneres dejó de escribir graffittis y de ocupar la vereda de San Martín al 2000, o la esquina de Santiago y Córdoba. Dejó su vagabundeo oscuro y sus mensajes iluminados y entró quizás en la leyenda. </em></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhE7okH02F1JEqKoCNc_dFAfGqnc51tsEe7Yus6v9-9e6FGq-3wJmb9UvDu056HEMX1nYfM8gRajAqZUCnGJgTJmSnmgQUtpXpKc4Mdmcdy2j6d9y7FXzdFlwELjrueTQaBMGDVBaCf6m59/s1600/rosario12+4-7-06+.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhE7okH02F1JEqKoCNc_dFAfGqnc51tsEe7Yus6v9-9e6FGq-3wJmb9UvDu056HEMX1nYfM8gRajAqZUCnGJgTJmSnmgQUtpXpKc4Mdmcdy2j6d9y7FXzdFlwELjrueTQaBMGDVBaCf6m59/s400/rosario12+4-7-06+.jpg" tt="true" width="264" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="color: yellow; font-size: x-small;">Cachilo, envuelto en fábulas, ya no escribirá en las paredes.</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br />
</div><br />
<div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">¿Quién no leyó alguna vez alguno de sus graffittis? “El hombre barbudo no tiene hogar ni familia que engañar”. “Petisos argentinos de 25 años, ¿juráis por Dios defender y honrar la cruz hasta morir?” “Marido, si no podés cuidar o defender a tu señora, mejor dejala.” ¿Quién no lo vio alguna vez dormitando en la vereda? Cachilo andaba por toda la ciudad pero tenía sus parajes, según las épocas: San Martín al 2000, Santiago y Córdoba, Sarmiento al fondo… Allí se instalaba con su sobretodo raído, su mochila y sus mínimos bártulos. Cuando no escribía, reflexionaba sobre el mundo o interpelaba a un transeúnte.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Empezó a escribir graffittis cuando nadie los escribía. Ilustraba las puertas de un negocio, subrayaba un slogan publicitario o aprovechaba la corteza de un árbol. Las paredes de la ciudad conservan numerosos rastros de su humor absurdo, locamente arbitrario. Máximas donde lo trivial y lo inesperado se cruzan en luminosas combinaciones. En otra época pudo ser un profeta o un augur, pero en este mundo desencantado le tocó el papel de un linyera pintoresco.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Como tal, ocupaba –ocupa- un lugar de privilegio entre las pequeñas leyendas rosarinas. Pariente cercano del poeta Aragón y de Rita La Salvaje, integraba la cofradía a la que también responden, en otra escala, Jorgito, el almacenero, o Paloma, la ninfa errante. Sus pintadas sedujeron a más de un pensador ilustrado pero, por fortuna, nunca se plegó al clan de los poetas formales. Prefería la autonomía del umbral, la cruda belleza de la calle.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Cachilo se llamaba Higinio Maltaneres. De las múltiples fábulas tejidas alrededor de su pasado, la más probable lo ubica quince o veinte años atrás trabajando en el correo. Luego habría puesto un pequeño negocio, con el que no le fue mal. El amor de una mujer y el subsiguiente desengaño habrían precipitado su fuga. Esta versión no excluye otras. También pudo ser un aventajado estudiante de medicina, víctima de un súbito surmenage, o el hijo de una acaudalada familia que eligió el desamparo a la cárcel confortable.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Es mejor conservar algo de esta incertidumbre, más allá de su muerte. La imaginación popular inventa historias para sus personajes dilectos. Es un intento de preservarlos contra la vaguedad del mito. Pero como las historias se multiplican, el mito finalmente se reinstala, un poco más cercano, con la tibieza de un cuerpo envuelto en diarios o el olor a vino de un hombre a la intemperie.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Cachilo también escribió: “Los vivos tienen patria ganada. Lo muertos está solos y no tiene nada”.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><br />
<div style="text-align: right;">D.B.</div><div style="text-align: right;"><em>Rosario/12</em>, Cultura, 6/10/91, p.7<br />
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjFwovbj-QFaCDtG2DED3R-Up1X9fADds2IhfI5pgaCZHMXceiIOhORE88bEjG4gjt3W9p3ryGvtE9X7py_4qzEVbCBURh5mis5yMHVuhl8DXCURxUoJjTjmfoiI1oIDc92qZvHg_04AusF/s1600/rosario+12+6-10-91+fotoc.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjFwovbj-QFaCDtG2DED3R-Up1X9fADds2IhfI5pgaCZHMXceiIOhORE88bEjG4gjt3W9p3ryGvtE9X7py_4qzEVbCBURh5mis5yMHVuhl8DXCURxUoJjTjmfoiI1oIDc92qZvHg_04AusF/s320/rosario+12+6-10-91+fotoc.jpg" tt="true" width="320" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br />
</div></div>Puta Ciudadhttp://www.blogger.com/profile/01227887611681628796noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1717560640096263789.post-69719489622555824451991-10-05T16:20:00.000-07:002010-05-22T17:40:05.980-07:00CACHILO<div style="text-align: justify;"><br />
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjKj2i49MveG-wpea0T8vzkc_foU4_pd9w5oXBADAu6ZCKsAx8DxkZLfvmb1AU5NlNVLOzWQDpjLuwS2BJv8zOVzboxBMgRVmXfxmAIkBhUKDjOcsHZoHXnCckU-a4k-S3tC2YPmPcig55h/s1600/rosario12+tapa+5-10-91.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjKj2i49MveG-wpea0T8vzkc_foU4_pd9w5oXBADAu6ZCKsAx8DxkZLfvmb1AU5NlNVLOzWQDpjLuwS2BJv8zOVzboxBMgRVmXfxmAIkBhUKDjOcsHZoHXnCckU-a4k-S3tC2YPmPcig55h/s320/rosario12+tapa+5-10-91.jpg" tt="true" /></a></div><br />
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“Jugar con poeta trae yeta.” La definición puede encontrarse desperdigada en alguno de los muros del centro de la ciudad y lleva la firma, como tantos otros graffiti, de Cachilo, un vagabundo poeta de barba tupida, que hacía años practicaba este arte callejero.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Ayer a la mañana dio el último suspiro en un recoveco de la Caja de Previsión Social, en Sarmiento al 400. Fiel a su estilo, murió en la calle. Lo recogió una ambulancia municipal, que trasladó el cuerpo hasta el Instituto Médico Legal, al que ingresó como NN. Según uno de sus amigos, su nombre era Iginio Maltaneres, su edad oscilaba entre los 60 y 65 años. Quince años atrás el empleado Maltaneres abandonó su oficina y decidió, como sugería Felipe Aldana, “volverse loco de belleza” y transitar el arduo camino de la poesía. Alguna vez reconoció venir de Buenos Aires y se tejieron decenas de historias alrededor de él, que alimentaron la idea de un hombre sin pasado.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Dibujaba con crayones que le regalaban artistas plásticos y vecinos, como el Goyo Zeballos, también con carbonillas y pinturitas de color. “Aquí está la bandera idolatrada regalada”, decía otra leyenda, cerca del Monumento a la Bandera, que centenares de rosarinos habrán leído más de una vez. Cachilo se fue ayer de la ciudad y, paradójicamente, entró a ella. Los rosarinos sabemos que no es sencillo escapar de estas veredas. Como escribió en la calle San Martín, “la muerte es loca y traicionera”.</div><br />
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<div style="text-align: right;"><em>Rosario/12</em>, 5/10/91, recuadro tapa.</div>Puta Ciudadhttp://www.blogger.com/profile/01227887611681628796noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1717560640096263789.post-64822750870454568521991-10-05T15:12:00.000-07:002010-05-06T11:39:19.300-07:00UNA PARED EN BLANCO PARA CACHILO<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgf1OlBYoY8FoLiKoAbNH4ha1LH1jX_QOlPatX_mZxVv839s_que418LJ9CAq19dAk4_8WT1uEgHP37IGAO0TGv7kfNZ5WHwrmqvPcFh27dpdXPo-clu4man822riKvz9RsvXFbQhYIfk_Y/s1600/la+capital+5-10-91+foto+de+tapa.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgf1OlBYoY8FoLiKoAbNH4ha1LH1jX_QOlPatX_mZxVv839s_que418LJ9CAq19dAk4_8WT1uEgHP37IGAO0TGv7kfNZ5WHwrmqvPcFh27dpdXPo-clu4man822riKvz9RsvXFbQhYIfk_Y/s320/la+capital+5-10-91+foto+de+tapa.JPG" width="298" wt="true" /></a></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;">Minuto de silencio, lánguido solo de trompeta que desnuda la ciudad, mirada sin ojos que le saca el maquillaje a esta vida de consumo que nos consume.</div></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;"></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;">La esencia de su poder no dejará estas calles y su nombre (el verdadero) será bandera de los heraldos negros. El habitante de los zaguanes jamás asustó a nadie. Con versos rimados escritos con ceritas el poeta andrajoso siempre nos reconcilió con la realidad, nos devolvió la capacidad de sorprendernos. Cachilo estará dibujando banderas argentinas en el cielo, en solitario testimonio de rebeldía, una constante latinoamericana que regala héroes anónimos y pobres del bolsillo. La primavera lo durmió sin sueños y le dejó grabar un último mensaje: “CADÁVER/RESTOS/PERDÓN POR SI MOLESTO”.</div></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Poco importarían las palabras del homenaje, pero podemos intentar una respuesta: “Gaucho de ciudad: muchos crecimos junto al río, vimos partir barcos sin destino, en este recuerdo mío encontraré el camino”.</div><br />
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi6cYzHR6jJo7JYVQvDeOXlfAPEudv0pW8C8LR1_vBnBHh2Zi3EHg2FiyzWPCg7Gxc7GH8A49DbbGU_YbK_T9OIkknc7QnR-NeaTGih5qGVFoczL907ckxHWv-peu_60633GewBAizcM00f/s1600/la+capital+5-10-91+texto+tapa.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="135" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi6cYzHR6jJo7JYVQvDeOXlfAPEudv0pW8C8LR1_vBnBHh2Zi3EHg2FiyzWPCg7Gxc7GH8A49DbbGU_YbK_T9OIkknc7QnR-NeaTGih5qGVFoczL907ckxHWv-peu_60633GewBAizcM00f/s200/la+capital+5-10-91+texto+tapa.JPG" tt="true" width="200" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br />
</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><br />
</div><div style="text-align: right;"><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><em>La Capital</em>, 5/10/91, recuadro tapa</div><br />
</div>Puta Ciudadhttp://www.blogger.com/profile/01227887611681628796noreply@blogger.com0